Un mediocentro y un delantero son los objetivos del CD Marino en el mercado de invierno. Una reunión, celebrada el pasado lunes entre el entrenador Quico de Diego y la cúpula de la entidad aronera, fijó las prioridades antes de las vacaciones navideñas. Los movimientos para reforzar estas dos posiciones están ya en marcha, si bien no supondrán un abandono de la política de austeridad que instauró Paco Santamaría en la anterior ventana de fichajes.

Los resultados del primer tramo de competición invitaban al esfuerzo. Y se hará, pero sin locuras que luego dejen maltrechas las arcas marinistas. Lo sabe el técnico, que tiene garantizada su continuidad hasta la finalización de la temporada pase lo que pase. Con este refuerzo anímico, puso sobre la mesa lo que él considera necesario para que el conjunto tinerfeño pueda mejorar sus prestaciones y darle la vuelta a la situación actual.

Último, con dos puntos fruto de dos empates y con seis derrotas acumuladas en las ocho primeras jornadas de competición, el Marino necesita una reacción inmediata para no verse condenado al descenso a Tercera División. Esto le situaría a tres escalones del fútbol profesional con el nacimiento de la Primera y la Segunda RFEF de la próxima temporada. Sería casi un descenso doble. Para evitarlo buscará dos refuerzos que considera claves.

El gol, una de sus asignaturas más deficitarias, será el gran objetivo en enero. Con tres goles en ocho encuentros y muchas ocasiones falladas, De Diego es consciente de que necesita un especialista. La intención es que llegue un jugador con experiencia en la categoría y que llegue rodado, con cierto ritmo de competición. Se buscará en el mercado exterior, ya que el canario no permite demasiadas alternativas.

En cuanto al mediocentro, el perfil es parecido. Se pretende la llegada de un profesional ya contrastado y con mayor jerarquía que los ocupantes actuales del puesto. Se les considera a todos buenos futbolistas, pero quizás sin el peso necesario para liderar la medular marinista.

Estos dos movimientos de entrada tendrán que venir acompañados de otros de salida para hacer hueco a los fichajes.