Unas más que notables prestaciones defensivas –lideradas por una batalladora Herrera–, algunos triples en situaciones claves –con Bettencourt y Ocete como puntas de lanza– para el despegue, y la calidad individual de la pareja Atkinson-Taylor (32 puntos entre las dos) condujeron al Clarinos Ciudad de La Laguna hacia su décima victoria del curso a costa del Casademont Zaragoza. Un resultado positivo en el que mucho tuve que ver la chispa recuperada por las moradas. Aquella que les permitió firmar un extraordinario arranque liguero y que ahora debe servirles para tratar de escapar a las adversidades.

El arranque del Clarinos fue fulgurante. Con Herrera atando en corto Gatling en defensa, y moviendo con inteligencia el balón y siendo agresivas hacia el aro delante, las laguneras se fueron a un 11-2. Sin embargo, un par de pérdidas permitieron correr a un Zaragoza en el que Gatling comenzó a ser imparable bajo el aro (11 puntos y 6 rebotes en el primer cuarto) para equilibrar el duelo (15-14) pese a la verticalidad de Atkinson y la rapidez de Herrera en la continuación del 2x2 (18-18).

La propia Tanaya y Asia Taylor (15 puntos ya entre ambas) asumieron el mando anotador (27-22) antes de que el partido se metiera en un carrusel de errores que pareció perjudicar a las moradas (27-26). Pero aprovechando el descanso de Gatling el Clarinos pudo meter balones dentro para producir de manera directa o bien sacando faltas (33-26, 17’), a lo que sumó una sobresaliente actividad defensiva para llevar al límite de la posesión varios de los ataques de las mañas. Con Gatling inédita en el segundo acto (enorme el trabajo sobre ella de Herrera, ayudada por Taylor y Kostourkova) las de Claudio García llegaron al descanso con 37-28.

Si bien no estuvo muy atinado en ataque a la vuelta de vestuarios, el Clarinos reeditó su arrojo defensivo para no solo mantener su renta sino incluso aumentarla hasta los 11 puntos en varias ocasiones. Los triples de Ocete y Bettencourt fueron capitales para equilibrar la reaparición de Gatling (42-32 y 47-36), y solo algunas pérdidas gratis por mal manejo impidieron que la diferencia local fuera aún mayor (49-38).

Ya dentro del último cuarto, y tras un intercambio inicial de canastas (54-45), Bettencourt (triple, robo y asistencia para el triple de Nauwelaers) amagó con romper el partido (60-45, 33’). Ahí el Clarinos se apagó y recibió un 0-10 (60-55, 36’) que sofocó primero Atkinson con un robo y un 2+1, luego el colectivo dejándose en defensa la pizca de oxígeno que le quedaba, y finalmente Taylor con dos canastas de calidad (67-58). Pese a varios errores finales (69-66), las moradas se llevaron una necesaria victoria.