515 kilómetros de solidaridad

515 kilómetros de solidaridad

En apenas 25 horas y 12 minutos –que se dice pronto– y tras superar algunos momentos delicados, Fran Trujillo llegó a su particular meta. Lo hizo sin apenas moverse de la misma ubicación, el Radazul Sport Center, pero tras haber cubierto una distancia de 515 kilómetros en forma de Ultramán Indoor. Una exigente prueba a lo largo de todo el fin de semana –contra el físico y la mente–, con un fin solidario, el de colaborar con la Asociación contra el Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate), una iniciativa que también contó con la colaboración del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) y el Ayuntamiento de El Rosario. “Han sido tres días increíbles y estoy muy contento por haber logrado mi propósito”, reconocía ayer Trujillo. Eran las sensaciones que realmente le importaban más allá del desgaste de su cuerpo y de su cabeza. El entorno –el lugar de trabajo del atleta isleño– y el hito que suponía hacerlo –en España no se había realizado aún una prueba así–, ayudaron a que la fatiga no desequilibrara la balanza a su favor aún cuando más apretó al deportista.

“Han sido tres días duros”, apuntaba ayer el ultramán isleño, todavía en plena fase de recuperación de una locura que concluyó pasadas las cinco de la tarde. “Para un deportista como yo, que está acostumbrado a entrenar y competir en exteriores, encerrarte en un centro, aunque fuera al aire libre, se hace complicado”, reconocía Trujillo, que tuvo que ver “como pasaba el número de kilómetros y el tiempo, pero en cambio no el espacio”. “A veces a la cabeza le resulta difícil de asumir en lo que te encuentras metido y le da la sensación que no estás haciendo nada”, añade al respecto.

Ya más pausado, relató Fran sus tres días frenéticos que arrancaron el viernes a las 9 de la mañana. Desde el primero con “10 kilómetros de natación, o lo que es lo mismo, 400 piscinas de 25 metros”, a lo que añadió en la misma jornada “146 kilómetros en bici sobre rodillo”. Una primera etapa que, quizá por la euforia inicial, “se hizo en un tiempo récord”. “Ya el sábado fueron otros 275 kilómetros en un rodillo, también con una gran marca, mientras que hoy [por ayer], y con las piernas bastante cansadas, se debían afrontar los 84 kilómetros de una doble maratón, primero 42 en cinta y luego la otra mitad en un campo de Fútbol 7”, señala Trujillo. Tramo definitivo en el que a veces se sintió “como un ratón dando vueltas en un diámetro de apenas 140 metros”.

El apoyo de los más cercanos

Una lucha contra el desgaste, y también frente a las complicaciones mentales. De hecho Trujillo estuvo apoyado en sus baches por un psicólogo deportivo, y también “por familiares, amigos y conocidos”. “De eso se trataba, de ir un paso más allá e ir cogiendo experiencia por cada una de las nuevas pruebas que realizamos”, añade el fondista tinerfeño. Una muesca más para su currículum, esta vez con la satisfacción de haber tenido un fondo solidario. Será en los próximos días cuando se dé a conocer si, económicamente, el reto de aportar 515 euros de solidaridad, logró cubrirse. Para ello se habilitó una urna y también una cuenta corriente para donaciones. Rebase o no la cifra, a Fran nadie puede robarle la satisfacción de haberse vaciado en beneficio de una noble causa.

A lo largo de estos tres días, Trujillo estuvo acompañdo por los suyos, que le hicieron más llevadero el desgaste. Una pancarta de Ámate frente a él también sirvió de mecanismo de aliento. |