El Marino se trabajó el punto, pero en sus filas no debe quedar la sensación de que el empate premia sus méritos. El equipo de Quico de Diego no puede esconder los efectos que produce su situación en la tabla, pero ayer debió ganar, aun cargando con la limitación de disputar media hora larga con un jugador menos. Los blanquiazules empezaron juntos, pero atrás, cerraron los caminos al filial amarillo, que fue el que propuso más en los primeros 20 minutos, pero en cuanto la pareja Manu Dimas-Borja Llanera empezó a sacar partido de los balones que recibían en largo, el Marino empezó a creer que era posible estrenar el casillero goleador esta temporada. Así, a los 28 minutos, Manu (el mejor sobre el campo) filtró un pase por dentro a Borja, que recibió escorado y decidió recortar a su último obstáculo antes del gol, pero Juan Rodríguez le sacó el balón al límite. El partido se igualó, Las Palmas siguió tratando de filtrar juego desde la salida de los centrales, pero solo encontró espacios en una transición, que Sato remató alto (34’). En el tramo final de la primera parte, los amarillos hicieron dos intentos más, uno que salvó Samu Arbelo anticipándose al remate de Sato (37’) y otro de Iñaki, que sufrió los efectos del irregular estado del campo y necesitó tres controles para domar el balón, justo el tiempo que ganó Ángel Galván para achicar y quitarle el remate.

Tras el intermedio ya no hubo un dominador claro. El Marino salió hacia adelante con frecuencia y generó la primera, con el cabezazo de Saavedra alto (4’). Pasado el cuarto de hora el árbitro vio falta de Manu Dimas en lo que pareció penalti del portero amarillo. Quico de Diego le añadió equilibrio a su propuesta con la entrada de Cristo Díaz por Borja Llarena, pero la idea tardó poco en caerse por la evitable expulsión de Saavedra, que vio una amarilla absurda por una discusión y luego agarró a un rival en medio campo (63’)... Faltaba casi media hora. El Marino replegó y refrescó la punta. La entrada de Moussa y Ahmed en el 75’ le dio movilidad y frescura arriba a los blanquiazules, que rozaron el gol en un cabezazo de Moussa (77’) y en otro remate de Ahmed (89’), justo antes de que David Vicente perdonara en el segundo palo, con Ángel Galván superado.

De Diego: “Para mí es penalti”

Al final del encuentro, Quico de Diego se quejó del arbitraje. “Hay acciones que no entiendo, como la acción de Manu Dimas: no lo pitó, pero para mí es penalti. A nosotros, por cualquier acción nos sacan tarjeta. Y al revés veo que no sucede lo mismo. Pero tenemos que aprender a jugar con tarjetas amarillas”. El técnico recuerda que su equipo tuvo ocasiones. “Dos en la primera parte. Y en la segunda, algún contragolpe. Pero no estamos acertados”, y lamenta la roja a Saavedra, “nos condicionó”, dijo.