La experiencia del Atlético Sanluqueño se impuso a la bisoñez de un CD Marino que sigue sin tomarle el aire a la categoría, no ha estrenado su casillero de victorias y empieza a preocuparse por algo que se repite en cada jornada: siempre le falta algo. No le da para competir en Segunda B... por el momento.

Cierto es que por el Antonio Domínguez de Los Cristianos pasó el mejor equipo que se ha visto esta temporada, un rival muy conjuntado y con una seria defensa. En ataque, gente experimentada que sabe buscar el momento justo para hacer daño al contrario. Así y todo, nada más empezar tuvo el conjunto marinista una ocasión clara para marcar, pero Nadjib cruzaba demasiado su disparo. Luego tendría una Diego Cervero, que daría en un contrario y saldría a córner. Fue la advertencia antes del mazazo.

Una pérdida de los locales en la salida de balón propició un disparo de media distancia y una doble intervención de Ángel Galván antes de que Cervero engatillara para anotar el 0-1. El veterano nueve, de 37 años, anotaba así su cuarto gol en seis partidos. Uno más de los que lleva todo el Marino. Significativo. Las diferencias, económicas y de calidad, se notan.

Era apenas el minuto 11 y a los de Quico de Diego ya les tocaba nadar contracorriente. Puestos a descubrirse, los contraataques visitantes pudieron dejar la contienda sentenciada incluso antes del descanso. La más clara la tuvo Álex Geijo que, en el minuto 24, cruzó demasiado ante la salida de Ángel Galván y no encontró finalmente portería.

El receso debía servir para que los tinerfeños se serenaran y buscaran el empate con otras armas. Y no se les podrá negar que lo intentaran. De hecho, Isma Gil impidió que Nadjib igualara (64’) cuando ya se cantaba el empate en la zona de los suplentes locales y en el palco del Antonio Domínguez. Fue la ocasión más clara para el Marino. Cuando más decantado estaba el partido, la expulsión limitó las esperanzas locales. Aún así, Moussa pudo igualar con un disparo desde dentro del área en el minuto 81.

Convertido en un ida y vuelta y jugando ya con diez los de De Diego, el Sanluqueño pudo aumentar su ventaja en un par de oportunidades. Salió entonces a relucir la calidad del guardameta marinista para impedirlo.

Ambas escuadras carecieron de la efectividad necesaria para que el marcador volviera a moverse. Y eso que los gaditanos introdujeron a todo un campeón de la Eurocopa (2008) como Dani Güiza en la recta final. A falta de sentencia, el Sanluqueño tiró de oficio para que el 0-1 resultara suficiente en sus aspiraciones de soñar con los puestos que dan opción a meterse en la fase por el ascenso a la categoría de plata del fútbol español, mientras que el Marino no abandona el farolillo rojo.

De Diego y la falta de experiencia

Quico de Diego no ocultó su resignación tras un nueva derrota del CD Marino, aunque dio la cara como siempre a la hora de explicar los motivos que habían desembocado en el cruel resultado. “El equipo compite bien, pero hay momentos en los que no sabe estar. Como, por ejemplo, en la segunda tarjeta a Ekangamene. Un jugador que ya tiene una amarilla tiene que cuidarse un poco más a la hora de hacer una falta así”, lamentó casi en su primera respuesta.

No fue su única queja, ya que se refirió a la actuación arbitral y su diferente criterio a la hora de repartir las tarjetas. De Diego se refirió a una acción “en la que Theo realizó una entrada muy dura a Samu Arbelo con los tacos por delante”, y que debió suponer la expulsión para el jugador de los de Sanlúcar de Barrameda, incluso antes que la de Ekangamene. “Son cosas que no entiendo, pero no nos vamos a desgastar con los árbitros. Hubiese sido determinante porque nosotros estábamos creciendo en el partido”, continuó sobre el asunto. Aún así, el técnico del Marino no quiso escurrir el bulto porque “somos nosotros los que tenemos que mejorar el acierto y ser más contundentes en momentos determinados”. A su juicio, se notó “la experiencia” de muchos jugadores del rival, “que dobla todas las posiciones”, en Segunda.