Un gol de penalti de Elena Martínez a cuatro segundos del final supuso para el Salud Tenerife la primera victoria de este curso. Algo más que dos puntos para un club que había visto como prácticamente estaba calcando el arranque del pasado ejercicio, el de su debut en la élite. Ahora, sin la etiqueta de novato, y con propósitos iniciales mucho más ambiciosos, este inició de temporada era desconcertante. “Nos quitamos un peso de encima, sobre todo a nivel anímico, y las chicas empiezan a estar más tranquilas”, apuntaba ayer Lolo Galván, técnico interino que se hizo cargo del club chicharrero en la cuarta jornada para cubrir unos problemas personales del entrenador titular, Octavio Pérez.

El espaldarazo moral que ha supuesto la victoria contra el Adesal Córdoba permite a las isleñas ver el horizonte con optimismo... y volver a pensar en grande. “Si somos capaces de ganar el sábado al Morvedre, en la segunda vuelta nos podemos enchufar en al grupo de arriba”, apunta Galván, que no descarta echarle el lazo al Gijón o el Elche. “Les podemos apretar, pero primero toca Morvedre, y ahí solo nos vale ganar”, reitera el preparador tinerfeño.

Antes de la cita en tierras valencianas, el Salud visita este miércoles al Sanse en la primera eliminatoria de la Copa de la Reina. Escenario ideal –sobre el papel– para terminar de fortificarse moralmente, y posible banco de pruebas para tratar de subsanar los errores más evidentes de las chicharreras. “Ha habido partidos que no los hemos sabido cerrar, como el de Porriño, que se podía haber ganado con cierta facilidad, pero al final se complicó y solo sacamos un empate”, admite Galván sobre una deficiencia provocada, dice, “por la precipitación cuando se va ganando”. “No somos capaces de jugar tranquilas y queremos seguir corriendo y dando pases largos. El trabajo que estoy haciendo va encaminado a intentar cortar todo eso; saber que cuando se va ganando por cinco goles hay que jugar con el marcador y con el tiempo”, argumenta Lolo.

Arduo trabajo grupal, el estas semanas, para el técnico isleño, que también trata de asimilar una responsabilidad con la que se encontró de la noche a la mañana. “Para mí esto es nuevo, con el filial no tenía referencias de ningún tipo de esta categoría y he estado yendo un poco contrarreloj. Ahora, con el parón, veremos si Octavio puede volver, o si sigo yo al frente tratar de hacer el equipo a mi mano. Es un reto importante y muy bonito, y voy a darlo todo para intentar que el club alcance el objetivo que se había propuesto a principio de temporada”, comenta Galván. Su pasión y entrega en el día a día serán sus mejores faros.

Pretemporada en diciembre

Tras su duelo de Copa del Reina frente al Sanse y la visita liguera al Morvedre, el Salud Tenerife, como el resto de conjuntos de la Liga Iberdrola, harán un paréntesis hasta el 16 de enero. “Es verdad que si ganamos el sábado el parón nos pillaría con dos victorias seguidas, pero ese descanso es fundamental para el equipo”, advierte Galván. Por un lado para recuperar a varias jugadoras tocadas, como Magda Cazanga (rodilla), Tatiana Khmyrova (sale de una rotura de fibras abdominal), Rebeca López (con la clavícula lastimada) y Leticia Cobo, que tras una larga lesión de rodilla podría reaparecer mañana. “Pero sobre todo”, comenta Lolo, “porque se podrá hacer una especie de pretemporada” en la que su intención es “conjuntar una plantilla con un gran nivel técnico de todas las jugadoras”. “Si lo logramos el Salud dará bastante guerra en lo que queda de liga”, apostilla.