Desde la primera coincidencia de CD Tenerife y UD Las Palmas en una categoría nacional, en la temporada 1953/1954, se han celebrado algunos derbis canarios diferentes a la mayoría, en contextos novedosos, condicionados por factores inesperados. Por ejemplo, dos en Primera (2001/2002), tres oficiales en el corto espacio de solo cuatro días (la vuelta y dos desempates de la Copa 1965/66), uno con cambio de fecha a causa de las lluvias caídas en la capital grancanaria (el de la gota fría de febrero de 1989), otro con una interrupción por un corte del fluido eléctrico en el Rodríguez López (22 de diciembre de 2001)... Pero nunca un clásico del fútbol canario reunió tantas particularidades como el que se celebrará el próximo domingo en el estadio de Gran Canaria. Será un espectáculo limitado por la pandemia, sin muchos de sus ingredientes habituales.

...público. Seguramente será lo que más se echará en falta. Y es que si en un partido normal de alta competición se nota la ausencia de espectadores, a causa de las restricciones provocadas por la crisis del Covid-19, en un duelo de rivalidad regional como este Las Palmas-CD Tenerife, ese efecto se multiplicará. El recinto de Siete Palmas perderá el colorido de otras veces, con su porción en las gradas ocupada por los fieles blanquiazules; un millar como media. La ausencia de público coincidirá justo con el décimo derbi de carácter oficial celebrado en el estadio de Gran Canaria, instalación que acogió el primero en la campaña 2003/04. La peor entrada en una visita del Tenerife a este campo fue la de la temporada 2006/07, con 20.264 espectadores, y la de mayor afluencia, la de la Liga 2013/2014, con 31.123. Esta vez, ni siquiera habrá término medio. Será un clásico de butacas vacías.

...colas ni viajes organizados. Se había convertido en una tradición, a modo de aperitivo del duelo entre los dos representativos canarios, dar a conocer los precios de las entradas para asistir a los derbis, saber cuántas localidades iban a conceder los anfitriones a los visitantes, anunciar los horarios de apertura de las taquillas, pulsar la respuesta inicial de las aficiones -muchas veces con largas colas delante de los puntos de venta-, conocer las modalidades de viajes en grupo de una Isla a otra, seguir el procedimiento de las autoridades competentes en materia de seguridad, con la declaración del partido de alto riesgo como norma habitual... No habrá nada de eso en el primer derbi reducido -al menos en cuanto a imágenes del partido en directo- a la oferta exclusiva de la televisión.

...contacto con protagonistas. En una semana como esta, con un derbi a la vuelta de la esquina, cada club solía ser más generoso a la hora de atender las peticiones de los medios de comunicación. En cierto modo, los equipos también se implicaban en estos días especiales poniéndose a la altura de la repercusión que tiene un partido de estas características, un acontecimiento con alto seguimiento de lunes a domingo. En el caso del Tenerife, la fórmula elegida en las últimas temporadas fue la del open media day, una jornada en la que un grupo de jugadores atendía a los periodistas durante un espacio de tiempo para participar en entrevistas y reportajes, posar para fotos exclusivas... Los puntos de encuentro, una vez el vestuario de El Mundialito, otras el césped del Heliodoro Rodríguez López.

...el papel de las peñas. Incluso con semanas de antelación, los colectivos de animación de cada club se tomaban la cuenta atrás hacia un derbi como si de ellos dependiera el resultado. Mostrar la pancarta más grande y original, desvelando el lema con un mensaje de mayor calado en las gradas en los instantes previos al comienzo del partido, era una manera de empezar a ganar al eterno rival. Detrás de ese momento cumbre antes del pitido inicial del árbitro había horas y horas de trabajo que ahora no serán necesarias. En algunos casos, los peñistas también se animaban a acercarse a los entrenamientos para transmitir su apoyo a los jugadores, a quienes, en muchas ocasiones, también despedían con banderas y bengalas antes de iniciar el viaje hacia la Isla vecina. Desde la declaración de estado de alarma en el pasado mes de marzo, las sesiones de trabajo de los equipos se llevan a cabo siempre a puerta cerrada.

... los reclamos previos. Hace tiempo que un derbi dejó de ser solo un partido de fútbol con mucho seguimiento. Los dos clubes, tanto CD Tenerife como UD Las Palmas, se actualizaron en la búsqueda de reclamos previos, como la instalación de una zona fan cerca de los estadios: juegos, venta ambulante de alimentos y bebidas, atracciones para los más pequeños, partidos amistosos de otras categorías... Dadas las circunstancias, los patrocinadores y los clubes tendrán que dejarlo para otra ocasión. Esos alicientes pierden sentido por la ausencia de espectadores. Así es un derbi sin.