La undécima jornada como punto de inflexión. Cinco partidos seguidos sin ganar y apenas un escalón por encima del descenso han sumido al CD Tenerife en una delicada situación. Momento complicado del que no reniega el técnico Fran Fernández que, sin embargo, esgrime varios argumentos para creer que la recuperación. Uno, el anímico, al considerar el duelo de mañana contra el Real Zaragoza como "una final" para que por fin se plasme en un encuentro "a modo de victoria, el buen trabajo diario". "No nos encontramos, ni mucho menos, en la situación que deseamos", expresa el almeriense, que espera "transformar" en tres puntos toda "esa frustración" sentida "después de los últimos partidos".

Pero más allá de la vertiente moral, Fernández pone encima de la mesa la calidad futbolística pura y dura. Aquella que se le presupone a su plantel pero de la que no se tienen noticias hasta la fecha. Y lo hace el técnico andaluz agarrándose a una "semana larga y de entrenamientos de calidad", los ingredientes necesarios para "coger esa confianza que falta en los partidos". "Hasta ahora habíamos tenido más entrenamientos de recuperación y prepartido, por lo que estos días nos han venido muy bien", asegura el máximo responsable del banquillo tinerfeñista. Y ahí, el almeriense cree que "es la hora de tener la estabilidad" deseada en base a un bloque sin grandes variaciones. "Debemos generar automatismos, ya que hasta ahora varios de los jugadores que se incorporaron más tarde no habían cogido la forma", asegura el entrenador tinerfeñista. "Se tiene que ver que ya se han acoplado todos", añade Fran, que incluso, y gracias a las horas de carga técnica de esta semana, vislumbra la posibilidad de escenificar, si fuera necesario, "alguna modificación en el estilo de juego".

Una semana de preparación -la que hoy acaban los blanquiazules con una sesión en el Heliodoro- de marcado cariz teórico. Pero en la medida justa. "Al futbolista no se le recarga de información, ni creo que haya confusión en lo que se le pide", deja claro Fernández, que sí pide a los suyos "saber diferenciar" entre los tipos de partidos, algunos "de ida y vuelta, y otros más controlados", frente a rivales "que te darán el balón y obligarán a un ataque combinativo y posicional, algo que será diferente a cuando no tienes la pelota". "Si solo focalizamos el juego en un estilo, nos estaríamos equivocando", comenta igualmente.

Y es que antes de dar máxima importancia a un amplio abanico de recursos, Fernández prioriza "la concentración", ya que "perderla 10 segundos te puede costar bastante caro". "Hay que intentar mantener la intensidad y la agresividad durante los 96 o 97 minutos que duran los partidos", señala el almeriense para referirse, básicamente, a la necesidad de "mantener la portería a cero", ya que delante "se están creando y generando situaciones de gol". Mañana, contra un rival "que también se merece estar con más puntos" de los que tiene, las sensaciones y la teoría pasarán a un segundo plano. La práctica solo se entenderá con un triunfo.