Desatado. El Clarinos Ciudad de La Laguna no entiende de frenos y sumó su cuarta victoria seguida, la octava en diez jornadas De nuevo ganando -e incluso por momentos pasando por encima- a un rival de los de su liga, esta vez el Araski. Una fiabilidad plena entre iguales que ha permitido a las de Claudio García consolidarse en la cuarta plaza, solo superadas por los tres gigantes de la categoría. Y todo en medio de una situación económica desesperante, con unas ayudas pendientes que no llegan y que no solo tienen a la plantilla sin cobrar sino que cuestionan seriamente la supervivencia más inmediata del club. Dentro de la cancha, sin embargo, las moradas resetean y ofrecen minutos de delicia baloncestística.

Esa capacidad de abstracción es en la que, en buena medida, se basó el triunfo de anoche, con Atkinson (reboteando y asistiendo) y Taylor (anotando) enchufadas de entrada (17-6). Pero también con la aportación de las reservas cuando el Araski tiró de paciencia para colocarse a tres (26-23). Bettencourt sacó lustre a su muñeca desde el perímetro y Esther Montenegro (14 puntos al descanso) impartió cátedra, tanto cerca del aro como desde el propio arco. Con Taylor de nuevo desatada y en plan abusón entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero, el Clarinos completó un parcial de 21-3 para finiquitar el duelo de forma prematura (50-28, 22'). Con Ocete aportando en el rebote (siete) y Herrera asistiendo y sacando faltas, la renta se llegó a disparar hasta el 25 (76-51). Ojalá la racha no se detenga después del parón de selecciones.