Tres jornadas, tres derrotas. ¿Cómo se lo toman en el club?

Estamos muy satisfechos con el trabajo que está haciendo el equipo, con Quico de Diego y su staff técnico, y con la adaptación de los jugadores nuevos. Los resultados no han sido buenos, pero tenemos total confianza en la labor que se está desarrollando. Los resultados van a llegar. Esta es una categoría muy complicada, somos un equipo joven, con poca experiencia en la Segunda B, y necesitamos un tiempo de adaptación.

¿Qué le transmiten desde la directiva a los futbolistas?

Tranquilidad. La tenemos y de sobra. Desde el punto de vista deportivo, hemos jugado 270 minutos y hemos competido a buen nivel durante 250. Tuvimos 20 malos en Marbella. Pero eso no nos tiene que llevar a agachar la cabeza, sino a corregir cosas. Tenemos la dificultad de que nuestra plantilla es más corta que las de los demás equipos, por la coyuntura económica, pero estamos enormemente satisfechos con el trabajo. Aquí nadie se va a poner nervioso por no haber ganado aún.

¿Ven en la visita del Tamaraceite la oportunidad ideal?

Empezar a sumar ya es prioritario, porque así el grupo va adquiriendo confianza y va subiendo su autoestima. Aparte de eso, debemos tener claro que será una fiesta del fútbol canario entre dos equipos que la temporada pasada competimos en Tercera División. Eso es bueno para Canarias, es muy bueno para la provincia de Santa Cruz de Tenerife y es una noticia extraordinaria para la Isla.

¿Con público?

No lo tenemos claro. Las cuestiones burocráticas y administrativas están siendo cambiantes. Solicitamos una autorización, pero el miércoles por la tarde nos llegaron nuevos formularios y enlaces para volver a realizar la petición. Estamos bastante ocupados y preocupados por ese tema. Esperamos que nos autoricen para que puedan asistir, por lo menos, 500 o 600 personas. Si no podemos tener público con el Tamaraceite, que es uno de los partidos estrella, lo lamentaríamos bastante desde el punto de vista deportivo y desde el punto de vista del respeto a nuestros socios, abonados y público en general, sin dejar aparte el daño económico que se sumaría a la situación difícil por la que estamos pasando todos los clubes.

¿Cómo fue la experiencia del partido con el Linense en el que sí asistieron espectadores?

Totalmente positiva. Teníamos los grupos de trabajo perfectamente coordinados con los voluntarios, con la empresa de seguridad, con el Cuerpo Nacional de Policía haciendo una labor importantísima, con sanitarios, Protección Civil... El dispositivo fue importante. De hecho, nos felicitaron desde diferentes instancias por la imagen y por la efectividad. Y ahora estamos igualmente preparados, esperando que el órgano competente, en este caso, el Gobierno de Canarias, nos conceda la posibilidad de tener público. La primera experiencia, que fue la más difícil, la sacamos con nota sobresaliente. Esperamos tener una segunda oportunidad, pero lo cierto es que estamos pasando una situación difícil. Después de todo lo que hemos luchado para estar aquí y todo lo que hemos trabajado para salir adelante, ahora estamos agotando el 70 por ciento de nuestras energías para resolver trámites burocráticos, y no solo con las instituciones públicas, sino también con las federativas. Alguien tendría que poner coto a esta situación. Somos un club de fútbol y no una administración pública. Tenemos voluntarios y no funcionarios. No puede ser que un evento deportivo nos llene de amargura, cuando lo que tendríamos que estar haciendo, como gestores deportivos, es disfrutar por la llegada de una fiesta y no un castigo.

¿De qué dependería?

Primero todo dependía de tener los protocolos, pero ahora han cambiado los formularios. Nos plantean más cuestiones. Nos dieron acceso a última hora de este miércoles y esos formularios no dependen de los planes de seguridad del Marino. Ahora hay que involucrar también al personal del Ayuntamiento. Entiendo que esto se hace por el bien de todos nosotros, pero también deben entender que somos un club de fútbol y que estamos en una coyuntura especial. Los planes de seguridad que implementamos en los partidos anteriores funcionaron perfectamente, y ahora nos los hacen cambiar. La situación es tremendamente compleja y agotadora. Estamos desesperados.