El pasado 20 de julio terminó la temporada 19/20 para el Tenerife. Y también la relación laboral del que había sido su entrenador desde el 2 de diciembre de 2019. Ese lunes por la noche, en la sala de prensa de Los Pajaritos y tras una intrascendente derrota, Rubén Baraja aprovechó para anunciar su decisión de no renovar su contrato con el club. Dispuesto a asumir "nuevos retos" y asegurando que no estaba comprometido con otro equipo, puso fin a una etapa que incluyó 24 partidos de Liga, con diez triunfos, siete empates y siete derrotas, y en la que rozó la clasificación para la fase de ascenso gracias a una segunda vuelta en la que el Tenerife presentó los mejores números de la competición.

Un mes más tarde, el 20 de agosto, el Real Zaragoza dio a conocer el nombre de su nuevo técnico. El elegido fue Baraja. "Queremos estar con los mejores del fútbol español", afirmó el vallisoletano en su presentación, situando en el ascenso a Primera División el objetivo de un equipo que había caído ante el Elche en las semifinales del playoff de la 2019/2020.

La que parecía una combinación perfecta avanza ahora llena de dudas. Tanto, que la sombra del despido parece seguir de cerca a Baraja. Lejos de reflejar números de aspirante, su Zaragoza suma 10 puntos -los mismos que su rival de este domingo, el Tenerife, pero con un partido menos- y acumula seis encuentros consecutivos sin ganar, incluyendo el de hace dos días, en La Romareda, frente al Girona (2-2), correspondiente a la primera jornada (aplazada) y con dos goles salvadores de Narváez en el tiempo añadido. Pero la escuadra aragonesa no arrancó mal el curso. Lo hizo directamente en la tercera fecha empatando en su casa con Las Palmas y encadenando dos triunfos, en Almería y ante el Albacete. Sin embargo, ese prometedor inicio quedó en nada, o en casi nada: tres puntos de los últimos 18. Ahora, la undécima parada del calendario traerá de vuelta a Rubén al Heliodoro, donde podría jugarse su continuidad en el cargo. "No voy a perder ni un segundo en esta cuestión. Me dedico a trabajar y a ver crecer a mis futbolistas", advirtió el miércoles al ser preguntado por la influencia de los resultados en su permanencia en el banquillo del Zaragoza.

Lo cierto es que Baraja sí estará en el Heliodoro este domingo y, por tanto, se unirá a la larga lista de entrenadores que en su día fueron locales en el estadio santacrucero y retornaron siendo rivales. Acotando los antecedentes a las últimas 20 temporadas, destaca el caso de Pepe Mel. El madrileño pisó el área técnica visitante del Rodríguez López ocho veces después de ser el míster del Tenerife la Liga 2001/2002. Solo ganó una, con el Betis en la Liga del descenso del representativo a Segunda B.

Tampoco le fueron demasiado bien las cosas a Cervera, pues se tuvo que conformar con una única alegría en la Copa en sus seis regresos, siempre con el Cádiz.

En cambio, a Oltra le acompañó siempre la suerte teniendo como rival al Tenerife en un estadio tan familiar para él como el Heliodoro.

Son algunos ejemplos que se amplían ahora con un Tenerife-Zaragoza que, en el citado período, conecta a tres entrenadores: Baraja, Agné y Víctor Fernández.