En su regreso a la Segunda División B y desde su condición de novato, el CD Marino inició ayer la temporada con el objetivo de arrancar con buen pie, de sumar para empezar a amasar su único objetivo, una permanencia que, en cualquier caso, dependerá de lo que suceda en la segunda fase de una competición que estrena formato. Lo cierto es que el equipo tinerfeño estuvo muy cerca de poner su primer punto en su estadística, y de hacerlo ante un oponente rodado en la categoría, un aspirante a luchar por el ascenso. Cuando parecía que el 0-0 iba a mantenerse hasta el final, la Balompédica Linense aprovechó una falta directa al borde del área para confirmar la teórica diferencia que hay entre los dos conjuntos. Pito rompió la igualdad con un preciso lanzamiento que batió a Kikvidze.

El inicio fue de tanteo. Marino y Balona salieron al irregular césped del Antonio Domínguez a conocerse, tratando de no cometer errores. Las llegadas fueron escasas durante una fase en la que cada uno trató de llevar el control a su manera; los locales, con disciplina, orden y una correcta ejecución del plan diseñado por Quico de Diego, seguramente con la sospecha de que iba a ser un partido largo, que se podía resolver cerca del final, tal como sucedió. Lo cierto es que, sin la profundidad necesaria, el Marino dominó este período. Por su parte, la Balompédica Linense procuró aprovechar alguna acción a balón parado, como la que no llegó a conectar Candela pasada la media hora.

El Marino esperaba su momento y lo encontró con una veloz incursión en el área de Nadjib, quien encaró desde un costado a Nacho Miras con la mala suerte de cruzar demasiado su disparo. La mejor ocasión de la primera parte había llegado por el lado tinerfeño.

Tras el descanso, el Marino tuvo la intención de dar un paso adelante, como si los nervios del debut ya hubieran pasado. Los tinerfeños salieron más decididos, sabiendo que podían quedarse con el triunfo a poco que arriesgaran. Esa voluntad se tradujo en alguna oportunidad, como la que protagonizó Dimas a pase de Nadjib. El lanzamiento no encontró puerta.

Con el partido más abierto, Quico de Diego refrescó el ataque con Nami y Borja Llarena. Quedaba un cuarto de hora y la tendencia era favorable a los marinistas frente a una Balona que había dado un paso atrás, con el fin de evitar sorpresas y aguardar algún contragolpe.

Pero los minutos fueron pasando sin llegadas claras, con el 0-0 inamovible en el marcador. Así habría sido si la Balona no hubiera tenido la fortuna de disponer de una falta al borde del área en el 90'. Pito, todo un especialista, cogió el balón, miró a la barrera y al portero, y ejecutó con calidad el tiro libre (0-1).

Pese a ello, el Marino no se rindió. Estuvo cerca de empatar en el tiempo añadido. Miras realizó un paradón a tiro de Samuel Arbelo y, a continuación, Pablo Santana rozó el 1-1 en un saque de esquina.