Jugadores canarios, con mucha carrera por delante y la mayoría con experiencia en Segunda B. Ese podría ser el perfil de los refuerzos elegidos por el CD Marino para tratar de ser competitivo en la temporada que comienza este fin de semana. Las novedades se unen a la base ya existente de la campaña pasada, la que situó al equipo en la zona alta del Grupo Canario de Tercera y terminó con el ascenso. Todo, bajo la experta supervisión de Quico de Diego, un profesional que es algo más que el entrenador. Su pasado marinista y su recorrido como técnico de Segunda B, con el San Isidro, son toda una garantía de compromiso y trabajo.

Una de las vías que exploró el club presido por Francisco García Santamaría fue la relación con el representativo, un CD Tenerife que recibió como una buena noticia el ascenso del Marino. El equipo de Los Cristianos iba a convertirse en una solución para que algunos de sus canteranos pudieran adquirir experiencia en Segunda B sin salir de la Isla. De esas gestiones surgieron las cesiones del lateral Fede Olivera, en la dinámica del primer equipo blanquiazul durante la pretemporada, y el delantero Borja Llarena. El primero ya sabe lo que es jugar en Segunda B. Lo hizo en Las Palmas Atlético y el Barakaldo. En cambio, Borja no cuenta con ese bagaje, pero sí ha tenido minutos en Segunda División y la Copa con el Tenerife.

El pasado blanquiazul, pero ya como una etapa finalizada, vincula a otros refuerzos marinistas. Son los casos del portero Ángel Galván (Getafe B, Racing de Ferrol y Rayo Majadahonda dieron forma a su carrera en Segunda B fuera del Tenerife); el mediocentro Cristo Díaz, de regreso a la Isla tras pasar por el Algeciras, Lorca Deportiva, Tenisca, Eldense e Izarra -también militó en el Atlético Tacoronte-, participó en diez partidos con el Tenerife en la temporada 2014/2015; el atacante Nadjib Montes, con tres encuentros disputados en Segunda División A con el Tenerife y una corta etapa en el Real Murcia; el central y también mediocentro Samuel Arbelo, con diez encuentros jugados en Segunda B con el Barakaldo y muchos entrenamientos con el primer equipo blanquiazul... Y hay alguno más, pero sin relación directa con el ámbito profesional. Cerca estuvo de llegar a ese nivel Pedro Alemán, capitán del filial blanquiazul que inicia ahora una nueva etapa.

Desde Gran Canaria ha llegado al Marino el defensa Álvaro Arencibia, cuya trayectoria en el Conquense, Barakaldo y, principalmente, Las Palmas Atlético será muy valiosa para Quico de Diego. Siguiendo el mismo camino se unió a la plantilla el centrocampista Pablo Santana. Lo hizo con un currículum que incluye casi 50 encuentros en la Segunda División B con los uniformes de la Balompédica Linense y Las Palmas Atlético. Otro excanterano amarillo, el atacante Manu Dimas, aceptó la oferta del club tinerfeño. Su última parada deportiva fue un equipo de Gibraltar, el Europa.

Entre las altas y saliendo del circuito regional, el Marino anunció la incorporación de Joshua Anaba, un central que destacó la campaña pasada en el Linares Deportivo, equipo al que se hubieran enfrentado los tinerfeños en la repesca por el ascenso si ese duelo no se hubiera suspendido por unos falsos casos de coronavirus en el equipo insular.

Además de las renovaciones de jugadores, el club anunció igualmente la de Quico de Diego.