Son modelos incomparables, pero con el mismo objetivo. Obedecen a sus circunstancias. El Tenerife movió dinero, porque pudo disponer de la parte proporcional (la que permite reinvertir LaLiga) del traspaso de Milla, y de la cláusula de Malbasic que abonó el Cádiz, y el Sporting se ha mantenido en su política de los últimos años, en los que repetidamente acaba el mercado de fichajes a la cola de movimientos en el plantel.

En la carrera por entrar con opciones en la recta final de una larga temporada siempre aparece entre los seis mejores un proyecto que al peso, como se miden las plantillas antes de competir, no está entre las favoritas. Esta temporada puede ser este Sporting, tan limitado de efectivos y tan huérfano de referentes más allá del papel goleador de Djuka. El modelo contrario es el Tenerife, con sus diez incorporaciones, algunas rutilantes como Fran Sol, que se estrena fuera de casa, o Valentín Vada, Folch y Zarfino.

La espera por los últimos fichajes ha ido demorando la consolidación de un equipo-tipo en el Tenerife. Esa demora puede haber tocado a su fin, de manera que este domingo, en El Molinón, Fran Fernández podría repetir once por primera vez y con ciertos visos de que será la formación base para lo que resta de temporada. La formación óptima para Fernández es la que ganó al Rayo, con Kakabadze de lateral derecho y Shaq Moore más avanzado (Alberto o Wilson). El georgiano es la incógnita. Está en el parte médico, pero no como descartado. Si en el bando sportinguista hay ocho muy fijos, quizás nueve si contamos a Cusmic como habitual ya en su tercera participación, en el Tenerife se está gestando la apuesta por la continuidad con la inclusión ya de los fichajes de la última semana (Vada, el propio Kakabadze y, por supuesto Fran Sol).