El Tenerife dio en la diana. Fran Sol, una primera opción de máxima dificultad en un mercado especialmente difícil, puso de manifiesto el acierto de su contratación en sus primeros 89 minutos de blanquiazul, aún sin añadir al desempeño la función principal de su juego: el gol.

"Fue un fichaje de cirugía precisa dentro del mercado, de anticipación, de convencimiento... Es digno de admirar. Es un movimiento para enaltecer el trabajo realizado", dijo esta semana Víctor Moreno respecto a la gestión de Juan Carlos Cordero, su sucesor en el cargo, en la contratación del delantero. Sol no ha dejado pasar ni un partido para demostrar el peso de su presencia en el ataque del Tenerife. El sábado, en el curso de un encuentro con largas fases difíciles para un delantero, porque el equipo no tuvo la pelota, el ariete madrileño cundió de manera absoluta. Sus números, estadísticas que profundizan en aspectos sacrificados del juego de un delantero fuera del área, no dejan lugar a la duda. Disputó 27 duelos con defensas tan recios como Catena, que es de los mejores de la categoría; Sol ganó 16 disputas aéreas, dio 8 pases, recuperó 3 balones y se impuso en otros seis duelos defensivos, cometió tres faltas y llegó de cara al gol en tres ocasiones. En la primera remató forzado, casi de espuela tras un servicio de Shaq Moore al primer palo; en la segunda arrancó en fuera de juego, encaró a Miguel Morro, lo regateó y marcó a puerta vacía. La última, la más clara, fue un disparo abajo, junto al palo, al que respondió Morro con su mejor parada de la tarde, muy pocos minutos antes del gol de Bermejo.

Más allá de los números, los intangibles que saltaron a la vista y consensuaron las reacciones elogiosas al partido del madrileño, dejan la sensación de que el Tenerife ha encontrado un delantero que le va a dar un ostensible salto de calidad. Sol llena el campo de ataque, porque aparece por todas las zonas para mostrarse como receptor de los pases, es muy duro y persistente en la lucha contra los centrales, gana con frecuencia sus disputas aéreas y va al remate con decisión. Es un '9' físico, un ariete a la vieja usanza, pero también un especialista del área en acciones más sutiles. La definición que eligió Sol en el gol que le fue anulado describe su confianza en las situaciones de ventaja en el área. Con la inclusión de Nono en el juego, el equipo fue más simétrico cuando tuvo el balón. De hecho, el Tenerife atacó más por la izquierda (51%) que por la derecha (35%) y que por el centro (15%), pero los centros buenos para Fran llegaron desde el costado diestro. La facilidad que tiene Shaq Moore para envenenar los envíos con rosca desde el lateral del área se adivina un recurso de primer nivel para el aprovechamiento de la calidad rematadora del madrileño.

Alto ritmo en el debut. El delantero, el refuerzo más esperado, fue el mejor de los tres debutantes. Su aportación al juego, su peso específico para inclinar el campo hacia el ataque, la confianza que genera en los compañeros tener a alguien así en el final de las jugadas, son más que sensaciones. A nivel de ritmo, de adaptación a su nuevo equipo, con solo una semana de entrenamiento, fue mucho más rápida que la de Vada y que la de Nono, por supuesto, incomparable con el lento proceso que está atravesando Zarfino. Sol no pareció un debutante. Su estilo combativo, luchador, físico, le ayuda a restar dificultades en esta tarea. Estamos ante lo que el director deportivo blanquiazul ha definido, para otros casos, como "jugador de rendimiento inmediato".