Cambio de chip, sufrimiento y victoria. El Iberostar Tenerife dejó atrás su reciente eliminación prematura en la Final a 8 de la Champions, y cosechó anoche su cuarto triunfo del curso en la Liga Endesa, un nuevo resultado positivo que deja a los canaristas como líderes momentáneos de la clasificación. El duelo de ayer escenificó la prolongación de una racha positiva a base de convivir de nuevo con la extenuación y la angustia hasta el último suspiro, aunque en esta ocasión de una manera que pareció hasta innecesaria. Y es que tras haber descifrado todos los planteamientos defensivos que la había planteado el Fuenlabrada desde el salto inicial y tener prácticamente resuelto el choque (73-57 a menos de siete minutos para la conclusión), el conjunto lagunero vio como su rival puso la directa para quedarse muy cerca de darle un disgusto. Los madrileños anotaron 30 puntos hasta la conclusión y solo el acierto en el tiro libre evitó que se hubiera reeditado, aunque a la inversa, lo que vivieron aurinegros hace dos semanas en Murcia.

Salvó el escollo el Iberostar frente a un adversario necesitado a base de paciencia y que incomodó en todo momento a los de Vidorreta. Hurgar en la herida (cada vez más abierta) del rebote defensivo, presionar a toda pista o tratar de sacar siempre de partido a Shermadini fueron algunas de las trampas del Fuenla de las que el Canarias supo salir sin perder la cabeza. La aportación del propio Gio, los galones de Huertas en los momentos delicados y algunos arreones desde el 6,75 fueron suficientes para los isleños, que de nuevo vieron como su rotación se quedó bastante corta. Y es que ante la baja por lesión de Díez, la nula aportación de Cavanaugh, y la ausencia de Bogris que solo estuvo en cancha 20 segundos, Vidorreta tuvo que tirar de los de casi siempre. Esta vez la aportación de Sulejmanovic resultó determinante para los isleños.

Como si hubiera olido la sangre por lo sucedido en los antecedentes más recientes, el Fuenlabrada cargó sobremanera el rebote ofensivo desde el inicio, lo que facilitó a los de Paco García segundas y terceras opciones. Perdonados por el pobre acierto de su rival, el Canarias sacó tajada del acierto exterior de Salin y Doornekamp (11-4). Sin embargo, lejos de mantener su buen hacer desde el perímetro, el Iberostar cortó por completo con su acierto exterior (3/9 en el primer cuarto) y dentro le costó horrores encontrar a un Shermadini muy tapado en el uno contra uno y con continuas ayudas. Los de Vidorreta supieron aguantar en un primer instante el juego pegajoso y alocado de su rival, que metió el duelo en baloncesto de ida y vuelta (13-7). Un par de acciones de Trimble y un 2+1 de García equilibraron el choque (15-16, 10').

El Iberostar, descolocado en medio de tantas revoluciones y por la presión a media pista de su rival, se colapsó delante y estuvo casi ocho minutos y medio sin hacer una sola canasta en juego, con 1/8 en tiros de dos, para el 17-18. Pero entre que logró cerrar el agujero del rebote defensivo, se encomendó a la clase de Huertas y Shermadini, y encontró un filón ante la movilidad de Sulejmanovic debajo del aro, los canaristas firmaron un 10-2 que le devolvió a un estado de cierta tranquilidad (32-24, 15').

El Fuenla amagó con volver a enmarañar el choque con su actividad atrás y cargando de nuevo el rebote (34-29 tras triple de Vene), pero otro momento de inspiración desde el 6,75 (7/14 al descanso) y la buena mano desde el tiro libre (13/14 en lo dos primeros cuartos) permitieron al Canarias alcanzar una renta de 13 (44-31) que quedó en la decena con un triple sobre la bocina final de periodo de Melo Trimble.

Tuvo que estrujarse la cabeza el Iberostar a la vuelta de vestuarios para que no se le hiciera de noche en ataque ante las variantes defensivas de Paco García. Y es que el Fuenla incidió en su presión a toda pista, a la vez que situó a Eyenga de cinco para incomodar por completo a Shermadini, y apostó luego por una zona 2-3. Pero entre algún que otro rebote ofensivo (de nuevo tras tiro libre), la primera y única aparición positiva de Fitipaldo y un triple de Huertas, el cuadro lagunero no solo mantuvo a buen recaudo su renta sino que además la aumentó (48-34 primero y 61-49 después). El Fuenla pareció agarrarse al choque, pero entre los triples de Salin, las contadas pero efectivas apariciones de Shermadini (gancho y tapón) y el trabajo oscuro debajo de los aros de Sulejmanovic, el Canarias volvió a estirarse (73-57).

El duelo estaba sentenciado. O al menos eso parecía. Pero no. Los visitantes empezaron a meter de fuera (6/11), intensificaron su ya de por sí activa presión desde línea de fondo y metió el miedo en el cuerpo a los tinerfeños (86-84 a 24 segundos del final). Lejos de temblarle las piernas, el Canarias fue efectivo en el tiro libre y firmó una buena última defensa para evitar la sorpresa y darle carpetazo a la decepción de Atenas. Lo hace con un triunfo para seguir invicto, y con el liderato. No es poca cosa.