A estas alturas de su carrera y tras su deseado regreso a España cinco años después, Fran Sol Ortiz tiene recorrido como delantero más que suficiente para sentirse cómodo soportando la responsabilidad de ser la referencia goleadora de un equipo. "Es algo que encanta", aseguró ayer al ser preguntado por el peso que suelen cargar los especialistas como él. "Me gusta el rol de llevar el número 9 en la camiseta y aunque ahora no lo tenga, me siento cómodo con él", añadió haciendo alusión a un dorsal que ya había sido elegido por Nono González. Ahora, el suyo será el 19.

En su presentación como fichaje del Tenerife, el atacante madrileño, de 28 años, confesó que, en su año de cesión en el Tenerife por parte del Dinamo de Kiev, le gustaría batir su marca de goles en una temporada, es decir, los 16 que logró con el Villarreal B y el Willem II en la campañas 2015/16 y 2017/18, respectivamente. Si de él dependiera, empezaría a sumar este sábado en el Tenerife-Rayo. Fran parte de un estado de forma adecuado, ya que ha estado entrenado con el Dinamo de Kiev, aunque reconoció que le podría faltar "ritmo de juego" y también "capacidad física", carencias que eliminaría con el paso de las jornadas.

En cualquier caso, Sol no solo está preparado para aportar goles, que es lo que "realmente" más le gusta, sino también "espíritu de equipo, capacidad de trabajo y de unión dentro y fuera del terreno de juego...". Todo ello, con "amabilidad, buen humor y bromas, que son importantes en un vestuario". Luego, sobre el césped y aparte de batir a los porteros, Fran tratará de darle "continuidad al juego, ayudar en defensa a balón parado...".

Dentro de su función específica, recordó que "los goles no son solo parte de un delantero, sino que tiene que haber gente que ponga bien el balón. Debe existir una estructura clara para que el delantero sea capaz de marcar". Por tanto, afirmó que la "sequía de goles" que puede tener un equipo como el Tenerife "no es un problema" si el grupo está "ensamblado y hay una buena estructura".

Respecto a la historia de su llegada al Tenerife, Juan Carlos Cordero destacó el compromiso que mantuvo el futbolista desde el inicio, a pesar de las dificultades que fueron surgiendo durante el mercado por el interés de otros clubes y el encarecimiento de la operación. Por su parte, Fran confesó que la inmediata conexión que estableció con el director deportivo facilitó mucho las cosas. "No sé cómo, pero Juan Carlos supo conocerme bien desde el primer momento. Me guío mucho por las relaciones personales, e incluso antes del confinamiento ya tuvimos las primeras conversaciones".

Sus primeros días en la Isla no han hecho sino confirmar que no se equivocó al dar ese paso. "No me arrepiento de nada", aseguró antes de explicarse mejor. "He podido recorrer la capital y algo más y todo me parece fantástico; los compañeros me están demostrando una calidad fuera de lo normal y estoy contento aquí. No es que en Kiev me sintiera infeliz, sino que, después de la lesión de hombro que tuve, de la operación, de varios cambios de entrenador y de no encadenar partidos jugando, todo es peor si estás fuera de tu casa. Y mi casa es España. Después de cinco años viviendo fuera, tenía ganas de volver", reconoció Fran, para quien la diferencia entre su vida actual y la que tuvo en Ucrania es abismal por "el calor y el cariño que transmite la gente".

Por todo esto, quiso dejar abierta la puerta a su continuidad en el Tenerife a partir de junio de 2021, a pesar de que en el acuerdo entre los clubes no se incluyó una opción de compra. "Tengo claro que el cariño es muy importante para mí, y si hacemos una buena temporada y conseguimos los objetivos, siempre habrá tiempo de hablar de esa opción", manifestó Sol.