Puerta abierta para reinar en la nueva era del voley femenino nacional. El recién ascendido Arenal Emevé será el oponente en el estreno del sexto proyecto consecutivo en la élite del CV Haris Sanaya Libby's La Laguna, un club tan joven como ambicioso y que en estos últimos años siempre ha convivido entre la zona noble de la Liga Iberdrola. Ahora, en este incierto curso 20/21, con la desaparición del CV Logroño, quien prácticamente monopolizó todos los títulos nacionales en estos últimos siete años, el conjunto lagunero quiere dar un paso al frente y elevar su estatus.

Sin excesiva presión, pero sabedor de la oportunidad que se le presenta ante sí, el Haris ha configurado una plantilla más compacta y equilibrada que la del curso pasado, cuando no terminó de dar con la tecla para hacer frente a los gallitos. La continuidad de algunas piezas básicas (Silvia Araco, Nira Pérez y Patricia Suárez), junto con el regreso de Jessica Wagner, la presencia en la red de Jenelle Jordan, y la calidad en ataque de Lisbet Arredondo son argumentos de peso para ver en el cuadro de Juan Diego García un aspirante a casi todo en el panorama nacional. Las sensaciones dejadas en pretemporada invitan al optimismo. Celebrar a lo grande el décimo aniversario de vida de las de Taco es otra razón más para un redoble de esfuerzos.

"Nuestro primer objetivo es estar siempre entre los seis primeros y clasificarnos para la Copa", apunta el presidente del club isleño David Hernández con cierta cautela, "aunque sin descartar que si la dinámica y la situación lo permiten se luche por estar lo más arriba posible". "Ahora que no está Logroño nos gustaría pelear por algún título, pero muchos otros equipos se han reforzado bien para cubrir esa vacante, por lo que la pelea por el campeonato será más apasionante que nunca", argumenta el directivo. Y no le falta razón a Hernández ya que al propio Haris se unen otros conjuntos como el Menorca, el IBSA de Las Palmas e incluso el también grancanario Sayre, que pese a su condición de debutante ha conformado un plantel competitivo.

Con el antecedente de lo sucedido el curso pasado, cuando la competición, hace ya casi siete meses, se detuvo a falta de dos jornadas para el término de la fase regular por el covid-19, y ante la amenaza de un nuevo rebrote de la pandemia, en el Haris saben que un buen arranque es fundamental en vez de recurrir al habitual refuerzo en forma de salto de calidad en el tramo final del campeonato. "Creo que sobre todo se va a premiar la regularidad, ya que no descartamos que por motivos del calendario internacional las liga se vuelva a detener; el más regular será el que tenga las papeletas de llevarse el título", apunta Martín.

Test obligados

De hecho esa incertidumbre cuya sombra es aún más alargada en el deporte no profesional (fútbol de Primera y Segunda, y Liga ACB de baloncesto) ya empieza a manifestarse incluso antes de arrancar el curso. Así, el partido de la primera jornada entre Alcobendas y el Cajasol Dos Hermanas no se jugará por las restricciones de movimiento existentes en Madrid. Pero es que además en las últimas horas el CV Haris conoció la necesidad de tener que someterse a un test serológico (con un plazo máximo de 72 horas antes del choque) ya que de lo contrario la Xunta impediría (como al resto de equipos procedentes de otras comunidades autónomas) su entrada en suelo gallego. El conjunto del Pablos Abril cumplió ayer por la mañana con dicho protocolo y viaja hoy sin mayores novedades. Una arista más de la denominada nueva normalidad en el mundo del deporte. El Sanaya Libby's La Laguna también desea que a partir de este curso sea una costumbre el levantar títulos.

Si el presidente David Hernández apuesta por la cautela, Juan Diego García escoge una vía más directa a la hora de marcarle objetivos a su CV Haris, del que llevará las riendas técnicas por segundo curso consecutivo. "Participamos en la Liga y en la Copa de la Reina, dos competiciones que tenemos en el punto de mira, y en las que trataremos de quedar lo más alto posible, y si se puede ganar ambas", comenta el andaluz, que no esconde, eso sí, que él y sus pupilas afrontan "una temporada un tanto diferente a las anteriores debido a que se vive en una incertidumbre diaria". Pero para combatir dicha situación anómala, el preparador habla de una receta. "Tratamos de llevarlo todo dentro de una regularidad y adquiriendo una rutina que nos permita estar más centrados en nuestra competición y no pensar en nada más", comenta en su propósito de "ser buenos entrenando en el día a día", para García el aspecto "más importante porque eso permitirá al equipo aspirar a las cotas más altas".

También habla Juan Diego del tercer frente que tendrá el Haris este curso, una Challenge Cup que califica como "una buena piedra de toque, ya que el voley internacional ayuda mucho a mejorar, tanto al club, como a las jugadoras y a los técnicos". Su idea en la competición continental, "tratar de pasar el mayor número de rondas y llevar el nombre de Tenerife y del voley español lo más alto posible en Europa". En definitiva, García quiere mantener a las suyas lo más cerca posible de "la normalidad" y "jugar un buen voleibol para que los aficionados, ojalá de nuevo en el Pablos Abril, puedan disfrutar".