El CV Teruel se proclamó ayer campeón de la Supercopa de España masculina tras imponerse al Unicaja Costa de Almería en tres sets (25-19, 25-13 y 25-18) y un partido histórico después de seis meses sin competición oficial por la covid-19, y con un aforo de sólo 300 espectadores. Fue clave la labor del colocador tinerfeño César Martín