Por un lado parece la más ilusionante, pero a la vez la más complicada. ¿Cómo se puede calificar la temporada 20/21 para el CB Canarias?

Creo que será la más rara y compleja. Por la forma que tiene de empezar y por la incertidumbre que arrastramos del año pasado. Ahora todos, por muchas medidas que se hayan tomado, estamos temblando para que no ocurra lo mismo. Será incierta en lo deportivo y en su desarrollo en sí.

¿Se ve parando otra vez como ocurrió en marzo?

La única manera de que haya un parón es porque el Estado decrete otro confinamiento general. Pero deseo y creo firmemente que eso no ocurrirá.

En lo que respecta a tratar de evitar posibles positivos en los equipos, ¿no se pueden sentir los jugadores y técnicos coartados para no poder realizar con normalidad su día a día más allá de entrenamientos y partidos?

Cualquier persona de la sociedad debe extremar las precauciones, no solo los jugadores profesionales. Y si hay contagios no tiene que ser obligatoriamente porque el jugador haga las cosas mal. El virus se lo puede trasmitir su hijo que viene del colegio, por ejemplo, y no por eso se puede acusar a nadie.

¿Cómo se le quedó el cuerpo con lo de Dejan Todorovic?

Fatal, fatal. Solo con escuchar esos lamentos y lloros, que entendí que no eran de dolor físico, sino que le salían del corazón. Seguro que se le vino otra vez el mundo encima. Pero en cambio estos días nos ha sorprendido su personalidad y su optimismo; es un tipo muy jovial y positivo, y eso creo que le va a ayudar mucho a superar esta grave lesión.

Parece que lo de las lesiones graves se ha convertido casi en una maldición para el Canarias...

Bueno... Hubo años en los que no tuvimos, son rachas. Solo queda tirar hacia adelante y no pensar que cada año tendremos alguna. Esto es una faena para el profesional que le toque, pero estamos en un deporte colectivo y lo que debe hacer el resto es arrimar el hombro.

Ya han señalado Aniano Cabrera y Txus Vidorreta que no piensan acudir al mercado en busca de un sustituto...

Así es. Por un lado porque el esfuerzo lo hicimos en verano con el roster más grande al inicio de una temporada; y por el otro porque tenemos a Santi Yusta, que volverá más pronto que tarde. Él se puede considerar nuestro fichaje.

¿Ahora, en un año que apunta a números rojos, es cuando en el club se agradece la gestión de temporadas anteriores?

Sin ninguna duda. Si lo que sucedió al término de la pasada campaña y lo que puede ocurrir en esta coge a un club con deudas y tocado económicamente, podría peligrar su supervivencia. En nuestro caso, sufriremos como todos, pero tenemos la tranquilidad de disponer de unos cimientos fuertes. No somos ricos, pero creo que podremos aguantar este hachazo. Aunque luego lo tengamos que equilibrar en los siguientes ejercicios.

¿El mayor problema para el CB Canarias es que varios de sus patrocinadores, entre ellos Iberostar, tienen que ver con un sector como el turístico?

Es verdad que en Canarias es rara la persona que no dependa directa o indirectamente del turismo, aunque también creo que todos los clubes estamos por el estilo, ya que resulta complicado que alguno de sus patrocinadores no tenga dificultades. Pero el problema grave, grave, grave, más que lo que suceda con cualquier gran patrocinador, es que no haya público. Un 20 por ciento de nuestros ingresos proceden de abonos y de la venta de entradas. Por eso estamos insistiendo para que vuelva la afición a las gradas cuidando al máximo los protocolos. No pretendemos tener el pabellón lleno ya mismo, pero tampoco queremos menos que lo que ya tienen otras actividades como teatros, cines, conciertos e incluso medios de transporte. No estamos pidiendo una locura.

¿Cuándo cree que volverá a haber público?

No soy pesimista sobre lo que la ACB le está planteando al Consejo Superior de Deportes. Creo que empezar con 500 u 800 personas es algo que se puede lograr pronto. Cualquier cantidad de aficionados que entren será bueno para las arcas del club y para el equipo, que se sentirá arropado. Y eso lo notamos, por ejemplo, en el partido contra el Oostende, donde creo que con gente en las gradas, el equipo habría tenido menos dudas y el partido se hubiera roto algo antes.

Pero con esas cantidades no podría compensar a la totalidad de abonados del club...

Todo dependerá de cuál sea esa cifra. Hemos creado varios escenarios para tratar de contentar a todos los aficionados. Está claro que a todos no se les puede contentar, pero trataríamos de hacerlo a lo largo de la temporada. A lo mejor alternar partidos pares y partidos impares. Pero ahora eso es hablar por hablar.

¿Cuál es la sensación de que en otros deportes y categorías, que seguramente necesiten tanto o más que ustedes el dinero de sus aficionados, sí haya seguidores en las gradas y en la ACB no?

Que es una sinrazón total. No veo ningún argumento válido. Se nos ha comentado que según con qué equipos lo que se trata es evitar aglomeraciones, pero en realidad con un buen protocolo eso no existiría, tal y como sucede en actividades como el cine y el teatro. Creo que no tiene ningún sentido y que las autoridades no han sabido coger el toro por los cuernos.