Toca demostrar que la inercia del año pasado esconde una continuidad. Una vez consumado el anhelado ascenso y haberse presentado con buen sabor de boca -pese a lo atípico de la temporada- en la máxima categoría nacional, el Clarinos Ciudad de La Laguna afronta a partir de mañana otro reto, el de consolidarse entre las mejores del país. Propósito de asentamiento en la zona noble para el que las de Claudio García han dado un importante lavado de cara a su anterior plantilla. Reforma en busca de conformar un bloque sólido que en muy pocas ocasiones mostraron las moradas en el ejercicio 19/20.

Tanaya, la luz que brilla. La teoría habla de un Clarinos más compensado en todas sus líneas y con jugadoras que atesoran experiencia de sobra en la Liga Femenina. Un plantel más orientado hacia el bloque, pero en el que, irremisiblemente, Tanaya Atkinson seguirá brillando con luz propia. Tras haberse presentado a lo grande en la categoría el curso pasado, la exterior habrá perdido ya el factor sorpresa para muchas de sus rivales. Sin embargo, sus cualidades físicas, su capacidad de desborde y su hambre de mejora (como la experimentada en el lanzamiento exterior) hacen de su baloncesto un juego impredecible y casi imparable.

La seguridad en la dirección. Entre las que se quedan las tablas las ponen Laura Herrera y Esther Montenegro. Al menos en el interior. La apuesta clara llega en el timón de juego con el fichaje de Gaby Ocete. La balear tratará de darle estabilidad y temple a una posición sin dueña y hasta anárquica en el estreno en la élite de las moradas. Sus más de diez años de recorrido en Liga Femenina son aval suficiente para ello.

Loyd, ayuda en el exterior. También da un paso al frente el Clarinos en la posición de alero con Kalis Loyd. La veterana sueca ya ha dejado destellos durante la pretemporada de su capacidad para aportar en diferentes facetas y tomar la responsabilidad cuando más quema la bola. Atkinson lo agradecerá. También por fuera, la belga Heleen Nauwelaers dará calidad a la rotación.

Calidad por explotar. Pero donde el Clarinos puede dar un paso al frente es con su nueva pareja de interiores, la norteamericana Asia Taylor (con experiencia en la WNBA) y la nigeriana internacional Sarah Imovbioh. La primera, una cuatro con mucha clase, la otra, un portento físico debajo de los aros. En su contra, el no conocer la competición española y haber sido la últimas en incorporarse al grupo. Si ambas cuajan, Claudio García podrá estar tranquilo.

La experiencia europea. Mientras pugna en ese propósito de consolidación, y si las condiciones sanitarias se lo permiten, el Clarinos también deberá dualizar su participación liguera con una incursión en Europa, en concreto en la Eurocup Woman. Las de Claudio García afrontarán una eliminatoria previa en busca de una fase de grupos que le llevaría a disputar otros seis encuentros. "Es una aventura curiosa, sí, pero nos hemos reforzado para ello", señala el presidente Claudio García del Castillo.