Ni la Supercopa, ni la eliminatoria de la Champions, ni tampoco el debut liguero contra el Casademont Zaragoza. La primera jornada de la Liga Endesa, que arranca este fin de semana, se jugará a puerta cerrada y sin público en las gradas. Una imagen que afectará a nueve pabellones, entre ellos el Santiago Martín, donde el CB Canarias se está acostumbrando que sus duelos oficiales tengan casi el mismo ambiente que cualquiera de sus entrenamientos.

Estreno sin aficionados al que ayer se plegaron de forma unánime, y atendiendo a la cordura, las 19 entidades que integran la Asociación de Clubes. Situación que tratará de variar el organismo presidido por Antonio Martín para obrar, más pronto que tarde, la vuelta de los seguidores a las canchas. Aún así, ya el propio dirigente de la ACB reconoció hace unos días, en Tenerife, que cuando esta "vuelta se produzca será gradual y paulatina, nunca con las gradas llenas el primer día".

En la asamblea celebrada ayer la ACB también dio el visto bueno a un calendario de fechas alternativo. Una especie de comodín en el que encajar partidos sueltos suspendidos por varios casos positivos de covid en los equipos, e incluso jornadas completas si se repitiera un confinamiento o similar. Solo en el caso de la Copa del Rey o de un playoff -donde no existe margen de maniobra- si hay más de tres positivos en un solo club, se le daría el choque por perdido. Además, se cifró en el 70 por ciento el número de jornadas mínimas que se deben jugar (al menos 24) para que se puede proclamar a un campeón y también decidir los equipos que descienden.