Derrota y peores sensaciones. Pese a un destacado arranque y unos minutos finales notables, el Iberostar Tenerife sucumbió ayer contra un Herbalife Gran Canaria más coral (con seis jugadores en dobles dígitos de anotación), pero sobre todo mucho más acertado desde el perímetro que el cuadro aurinegro. Y es que los de Vidorreta se inmolaron desde el 6,75, la distancia desde la que produjo nueve de sus 15 primeros puntos (15-13), pero con la que ya no tuvo idilio alguno hasta el estéril triple de Salin a solo siete segundos del final (71-75). Entre medio, y tras el 3/4 inicial, nada menos que 18 errores seguidos a lo largo de casi 35 minutos para un cómputo global de 4/23.

Cifras prohibitivas desde el arco para tratar de imponerse a un buen rival como el Granca. Por mucho que los tinerfeños tuvieran a sus interiores como sus mejores efectivos: Shermadini ejerció de salvavidas durante algunos minutos para acabar con 16 puntos, mientras que de nuevo un destacado Cavanaugh, con 13 tantos, aportó en diversas facetas.

Paradójicamente el duelo del Santiago Martín arrancó a golpe de triple, con tres aciertos para los aurinegros y cuatro para los claretianos en poco más de seis minutos. El Canarias añadió un par de buena acciones en los dos aros por parte de Shermadini, pero le penalizaron algunos errores ofensivos, un balance deficiente y la imposibilidad de frenar a Costello (15-17). Aún así, con Sulejmanovic y Guerra produciendo en la pintura, el conjunto lagunero llegó por delante al final del primer acto (20-19).

Sin embargo, y como sucediera en el duelo del miércoles en el Gran Canaria Arena, al Iberostar se le bajaron los plomos en el segundo periodo. Ya cruzado desde el perímetro -incluso con lanzamientos liberados-, el cuadro de Vidorreta se agarró al menos a una notable intensidad defensiva para minimizar la producción del Granca y evitar que la sangría fuera alarmante (24-24) pese a que los de Fisac corrieron cada vez que pudieron (24-29). Sin referencia desde el 6,75, los aurinegros se encomendaron a Shermadini (8 puntos al descanso) para llegar en tablas al ecuador (32-32) tras 10 minutos para el olvido.

El equilibrio se mantuvo en el arranque del tercer cuarto, con un Sulejmanovic multiplicándose (especialmente en actividad), debajo de los dos tableros (39-38). Pero ya nada más se supo de los canaristas, que entraron en colapso al encajar un parcial de 0-10 que tuvo como origen una antideportiva de Bogris (39-48). En más de 17 minutos el conjunto tinerfeño solo había sido capaz de anotar 19 puntos, lastrado por su nulo acierto desde el perímetro y por una dirección espesa en la que ni Fitipaldo ni mucho menos Huertas (muy inseguro con el balón) lograron hacerse con el ritmo del choque.

Hasta 16 abajo

Pérdidas por violación de cinco segundos, faltas en ataque o simplemente malas decisiones en una circulación por momentos cansina se añadieron al repertorio negativo de los de Vidorreta, que vieron como poco a poco su desventaja fue aumentando (44-57 al final del tercer periodo). Déficit que llegó a tocar techo con tres libres de Okoye (54-70). Y es que al contrario que el Iberostar, el Granca sí mostró acierto desde el arco para marcar diferencias.

Al menos le quedó a los laguneros el honor de, como en su debut de tres días antes, no bajar los brazos. Entre Cavanaugh y Guerra lideraron un 10-1 (64-71 a 2'20" de la conclusión) para que los de Vidorreta recuperaran el brío del arranque. Pero de nuevo un rosario de errores desde el 6,75 (Salin, López y Cavanaugh) le pusieron le puntilla a la suerte de los canaristas, mucho más irregulares que el miércoles y con un buen puñado de costuras por repasar en las próximas dos semanas.