Apenas cinco semanas después de su último duelo oficial -20 de julio en su visita al Numancia- el CD Tenerife vuelve a vérselas con un rival. Será solo un amistoso, el pistoletazo de salida de las cinco pruebas programadas por el cuadro ahora dirigido por Fran Fernández antes de afrontar el arranque de la competición oficial, marcado para mediados de septiembre. Sin embargo, la de esta tarde, contra el Villarreal, será algo más que una exigente prueba de fuego inicial.

Corregir errores recientes. Y es que los ocho días que estarán concentrados los blanquiazules en el Pinatar Arena (San Pedro del Pinatar) le servirán al nuevo entrenador tinerfeñista no solo para crear grupo y moldear un plantel que ni mucho menos es aún definitivo -faltan varias llegadas y algunas salidas-, sino también para empezar a comprobar en la práctica, a lo largo de tres ensayos diferentes, si su estilo futbolístico está calando en el conjunto isleño. "Yo creo mucho en jugar bastantes partidos en esta época para adquirir lo conceptos que queremos porque entrenar no es lo mismo que competir", expresaba ayer el almeriense, satisfecho por la planificación que el club, con el director deportivo Juan Carlos Cordero a la cabeza, "ha logrado construir". Y es que el andaluz sabe que "en años anteriores el equipo no ha empezado del todo bien, por lo que se ha tratado de buscar una preparación algo más exigente y contra rivales de mayor entidad".

El resultado no importa. Es por eso, y condicionado también por las limitaciones que genera el Covid-19, que se han dejado de lado los clásicos bolos estivales frente a Marino o Ibarra. Se va a saco de entrada contra un Primera (Villarreal) y dos Segundas (Mallorca y Cartagena), adversarios a los que Fernández ha catalogado como "rivales que pondrán las cosas difíciles". Quizá por ello, por su condición de debutante y porque todavía restan tres semanas para que comience la campaña 20/21, el preparador tinerfeñista no le dará "mucha importancia a los resultados" de estos encuentros del Pinatar Arena, "pero sí a lo que ocurra en ellos". "Que el equipo que queremos, los principios básicos de nuestro juego y también un modelo propio se vayan viendo en estos partidos", es la intención del sustituto de Baraja.

Teórica inferioridad. Con una escasa decena de entrenamientos como bagaje y con varios de los que deben ser sus pilares sobre el césped sin llegar, lo lógico es que al CD Tenerife se le noten hoy las costuras. Máxime, cuando delante tendrá a un rival, el Villarreal, con más argumentos -por la calidad que se le presupone-, rodaje -el cuadro de Unai Emery se encuentra en su tercera semana de trabajo- y hasta pruebas realizadas, toda vez que el domingo venció por 1-3 al Cartagena. Un estreno en el que debutaron algunos de sus fichajes: Francis Coquelin, Dani Parejo y Take Kubo.

Sin algunas piezas básicas. La primera prueba del nuevo CD Tenerife debe dejar entrever el fútbol que querrá pregonar Fran Fernández. A título particular, arranca la era postMilla. Sin el que ha sido su líder natural en los últimos cursos, el plantel isleño parece encomendado a Gio Zarfino para cubrir ese papel de cabecilla en el campo. Sin embargo, mientras que la negociación con la UD Extremadura no se desenquiste, el técnico almeriense deberá buscar otras alternativas en la medular. Algo similar ocurre con la punta de lanza, donde Cordero trabaja para buscar sustituto a Dani Gómez, referencia goleadora, especialmente en el reciente epílogo liguero. Sin apenas fichajes concretados, la de hoy parece una buena oportunidad para ver en liza a los tres nuevos blanquiazules: Emmanuel Apeh, Jacobo González y Carlos Pomares.