El CD Marino avanza hacia la que será su tercera etapa en la Segunda División B. La directiva encabezada por Francisco García Santamaría trabaja en varios frentes, entre los que es fundamental la confección de la nueva plantilla. En ese aspecto, el club tinerfeño va sentando las bases del grupo de futbolistas que tendrá a sus órdenes el entrenador Quico de Diego.

Por ejemplo, el técnico volverá a contar con dos de las piezas principales de la campaña 2019/20: el capitán Javi Saavedra y el delantero Nami. Los dos dieron el visto bueno a continuar ligados al club. No serán los únicos que repetirán. De hecho, el Marino confía en que sigan entre doce y trece futbolistas de la temporada del ascenso.

En cuanto a los refuerzos, hay varias vías abiertas. Una de ellas es la que le aportará a la entidad sureña dos o tres incorporaciones procedentes del Tenerife. Las partes se reunieron el miércoles con conclusiones satisfactorias. El Marino no tiene dudas de que recibirá el apoyo del representativo, y maneja varios nombres de posibles candidatos a unirse a su plantel como cedidos. Son los casos del lateral Fede Olivera, el mediocentro Javi Alonso o el delantero Borja Llarena.

Estas no serían las únicas altas marinistas. El club de Los Cristianos sondea el mercado, fijándose inicialmente en futbolistas tinerfeños con pasado reciente en el equipo blanquiazul. Uno de ellos está cerca de aceptar la propuesta. Santamaría tuvo ayer una primera toma de contacto con Ángel Galván, portero que rescindió con el Tenerife el pasado mes de enero y que está libre tras su paso por el Rayo Majadahonda. A sus 27 años y con rodaje en Segunda B, el guardameta le aportaría al Marino la experiencia que está buscando.

Si bien Ángel está cerca de firmar, otro canterano del Tenerife -desvinculado del club este verano- se aleja por diferencias económicas. El lateral izquierdo Nahuel Omiliani encaja en el perfil pretendido por Quico de Diego, pero su fichaje se da casi por imposible.