García Morales se refirió a las jugadoras que han compartido sus testimonios respecto a un pasado desagradable en el Clarinos. "Es normal que para Charour

fuera su peor momento, porque estuvo un mes en Tenerife y jugó dos partidos", recordó Claudio. "Sara (Djassi) declaró en una entrevista antes del parón por Navidad que era súper feliz en la Isla y que su relación con el cuerpo técnico y el club era buena. Un mes después se marchó al Adareva, forzando su desvinculación y sin comentárselo ni a su agente, porque no la habíamos dejado ir a la selección, ya que teníamos un partido importante y salir no estaba en su contrato". Luego pasó a Kayla Woodward. "Nos pidió salir en Navidades porque echaba de menos a su familia y a sus caballos, y el club la dejó salir. Si nos hubiésemos portado mal con ella, hubiera tenido que pagar el contrato entero, pero llegamos a un acuerdo con su agente". Y terminó con Graciela Díaz. "La historia del pelo es diferente a lo que cuenta. Le toco el pelo y le llamo la atención, pero ya está. Le pedí perdón. Y me hago una pregunta: si tan mal lo pasó, ¿por qué quiso volver?".

Claudio García Morales seguirá siendo el primer entrenador del CDB Clarinos. Después de que varias exjugadoras pusieran en duda su capacidad para desempeñar ese cargo, por presuntos tratos irrespetuosos, el técnico le propuso a la directiva dar un paso a un lado, pero la dimisión no fue aceptada, tal como confirmó ayer el presidente del club, Claudio García del Castillo, en una rueda de prensa ofrecida sobre el parqué del pabellón Santiago Martín. "No hay motivos para apartarlo. La presunción de inocencia tiene que primar por muchos ataques que haya recibido", advirtió. La pretemporada del Ciudad de La Laguna, equipo de la máxima categoría del baloncesto femenino nacional, comenzará este lunes.

La comparecencia, en la que también estuvieron el director deportivo Foncho Afonso, el abogado Jesús León Arencibia, la entrenadora ayudante Raquel Álvarez, y la exjugadora y ahora delegada Eli Vivas, empezó con una intervención en la que García del Castillo negó "de manera enérgica" las acusaciones "vertidas en contra" del técnico y de un club que, desde que se fundó en el año 2014, "siempre ha luchado por defender el baloncesto femenino y los derechos de la mujer". En esa línea, aseguró que la directiva del Clarinos "nunca" ha recibido "una queja por malos tratos ni vejaciones".

García del Castillo indicó que, tras las "averiguaciones" internas realizadas para intentar "esclarecer los hechos", se llegó a la conclusión de que "son totalmente inciertos", y confirmó que el Clarinos emprenderá "las acciones pertinentes".

Al respecto, Arencibia apuntó que todavía no se ha presentado ninguna denuncia, pero advirtió de que ese proceso está en camino. "Para defender el honor no cabe una denuncia, tendría que presentarse una querella criminal, y para eso hay que identificar a las personas; y evidentamente en los foros de las redes sociales es muy difícil determinarlo", expuso.

Por su parte, un "afectado y dolido" García Morales contó que le llegó a plantear a la directiva la posibilidad de dimitir. "Le dije al presidente que no tenía fuerzas para continuar con esta lucha constante de aguantar los ataques y mentiras, pero nadie sabe lo que nos ha costado sacar adelante este club, y no solo económicamente".

En cuanto a su manera de proceder, afirmó que "todos los entrenadores" se expresan en algún momento con "palabras malsonantes, pero siempre de forma positiva". En los casos expuestos por jugadoras como Djassi o Graciela, considera que los comentarios se sacaron de su contexto. "En ningún momento son palabras utilizadas con maldad ni para faltar al respeto".

Claudio señaló que ha entrenado a más de cien jugadoras y se mostró seguro de que "habrá un porcentaje" al que no le agradará su forma de trabajar. "Pero jamás he faltado al respeto ni he insultado".

Con todo esto, manifestó que nunca tuvo la "intención" de ofender, humillar o atacar a nadie. "Este club representa los valores de igualdad, respeto y derechos de la mujer, y atentar contra esos principios sería tirarnos piedras sobre nuestro tejado", opinó Claudio.

Y sin dar nombres, se quejó del "ataque permanente" que ha recibido "por parte de algunas personas a las que les molesta que el Clarinos sea el representante de Tenerife en la máxima categoría".

Cerró el presidente lamentando que "el daño ya está hecho".