Después de dos semanas y media de pretemporada y ya con casi todo el grupo trabajando a las órdenes de Francis Díaz -hoy se unirá la estadounidense Adrianne Jordan-, la UD Granadilla Tenerife avanza con paso firme hacia su sexta participación en la Primera femenina, competición cuyo inicio está programado -aún sin calendario- para el 5 de septiembre.

Después del acto de entrega de vehículos al equipo por parte de Toyota, desarrollado ayer en el concesionario Toyota Nivaria, situado en el polígono industrial Lomo del Camello, Díaz destacó el estado de forma de unas jugadoras que llevaban cinco meses sin realizar sesiones de trabajo colectivas. "Han estado de sobresaliente", afirmó el técnico. "Nos sorprendimos por el estado físico de las futbolistas. Le teníamos mucho respeto a esta vuelta al trabajo porque nos estábamos enfrentando a una situación que no habíamos visto nunca y no sabíamos cómo íbamos a reaccionar, pero las jugadoras nos han dado una lección de compromiso y profesionalidad", comentó el míster.

"Hemos confeccionado un plantel a la altura de lo que queríamos, así que estamos muy contentos", continuó Díaz insistiendo en la "predisposición" y el rendimiento de las deportistas. "Muchas vinieron mejor de como estaban antes, y eso habla muy bien de la competencia que tenemos, la responsabilidad que hay en el club y las ganas de las futbolistas".

La pretemporada está siendo satisfactoria, pero también diferente a otras por las precauciones que se están tomando a causa de la pandemia. "Estamos llevando muy a rajatabla todas las medidas sanitarias", aseguró Francis. "Nos estamos adaptando a la nueva realidad, intentando aprender lo antes posible las normas que nos exigen a la hora de entrenar y competir, pero estamos incluso más ilusionados que antes por el tiempo que llevaba el equipo fuera de los terrenos de juego", añadió el entrenador.

Pensando en el tramo que queda, Díaz reconoció que en la plantilla de la UD Granadilla hay "inquietud" por no tener todas las respuestas a las preguntas que van surgiendo en esta atípica fase previa. "Tanto las chicas como los técnicos queremos competir, pero estamos en una nueva realidad y tenemos que adaptarnos y tener paciencia, así que estamos entrenando e intentamos llevar la situación de la mejor forma posible", explicó el preparador tinerfeño. "Procuramos que las futbolistas no se vengan abajo con tantas sesiones sin jugar", confesó refiriéndose a la función del psicólogo del club. "Pero esperamos que se vayan abriendo ventanas con el paso de los días para, al menos, jugar algunos amistosos", finalizó. A menos de un mes del inicio de la Liga, el trabajo va sobre ruedas.