Ha sido un ejemplo de constancia y de saber resetear para volver, si cabe, más fuerte, el haltera tinerfeño Acorán Hernández compagina su preparación como deportista de primer nivel con su otra gran pasión: la formación de personas que emprenden un camino hacia la excelencia.

El oriundo de Los Silos, después de que su planificación -como la del resto de la sociedad- se fuera al traste con la declaración del estado de alarma por la pandemia de la Covid-19, le tocó aminorar la marcha y hacer un esfuerzo para mantener el fondo físico, ya que la fuerza era imposible. Después de varias semanas tocando kilos, ya está aproximándose a sus marcas precovid.

Aunque le da prioridad a su estado y fija como objetivo meterse en el cupo de los olímpicos que representen a España en Tokio 2021, no da la espalda a sus pupilos, a aquellas personas que han apostado por el proyecto que inició hace unos dos años. Las programaciones online y seguimiento personalizado, una herramienta con la que ya trabajan atletas de diferentes puntos del país, inclusive de su Tenerife natal.

"Es algo que me gusta y que me llena bastante, por eso lo hago. Conocer y ayudar a la gente, me encanta", empieza diciendo el coach, que reconoce tener bastantes chicas entre sus aprendices.

Sin dejar de otorgarle valor a aspectos como el entrenamiento, disciplina, nutrición y descanso, Hernández reconoce que su metodología le da un valor crucial a la "psicología. Al apostar por entrenamientos individualizados, lo hago también adaptándolos no solo al estado físico en el que se encuentra la persona, sino también al mental. Es importante tener claros los objetivos que tiene en mente el deportista; por suerte, tengo desde personas que luchan por clasificarse para el campeonato de España a otras que tan solo quieren mejorar en la técnica".

Pese a haber iniciado el proyecto con mayor seriedad hace dos años, Hernández desde mucho tiempo atrás enseñaba a personas que se iniciaban en halterofilia o crossfit. Desde entonces, el silense reconoce haber mejorado mucho, pero asegura que "lo mejor está por llegar. Gracias a esa gente que ha confiado en mí aprendo cada día".

El hecho de ser haltera de primer nivel le ayuda a impartir directrices de "cómo tomarse los entrenamientos, comidas y descansos; al fin y al cabo, el cuidado que nos tengamos, repercutirá directamente en nuestro rendimiento", aduce a EL DÍA.

Su metodología es multidisciplinar. "No solo les pongo trabajo de halterofilia, también incluyo trabajos de prevención y musculación; el hecho de que se pongan fuertas muscularmente hablando hace que, a la larga, puedan soportar cargas mucho más altas. He detectado que eso se echa en falta en muchos sitios", apunta

"En general, hay mucho desconocimiento", valora con respecto a muchos centros donde se imparte la halterofilia. De esa premisa excluye a centros que él frecuenta como el Centro Regional de Halterofilia de La Laguna y el Centro de Alto Rendimiento La Blume (Madrid), donde se encuentra actualmente.

Con respecto a sus aprendices más aventajados, nombra a Andrea Beautell, tinerfeña que ya ha formado parte de la expedición canaria en citas nacionales. El atleta reconoce que con ella empezó y, tras algunos años de planificación individualizada, "ha mejorado mucho. Es cierto que ella ya tenía una base que fui puliendo en base a los déficits percibidos".

"Andrea es una persona muy sacrificada y que trabaja muy bien. Cuando un entrenador se encuentra con eso, hay mitad de camino hecho. Eso sí, es muy perfeccionista y en ocasiones eso te juega malas pasadas en los entrenamientos; para gestionar eso estoy yo y Víctor Galván, que también le ayuda. Puedo decir que hay una necesaria conexión atleta-entrenador. Tenemos el foco puesto en conseguir una medalla en el Campeonato de España de este año, a ver si nos deja la Covid-19", apostilla el haltera con respecto a una de sus mayores perlas.

Cuestionado por si piensa en algún momento crear un club, Acorán ni mucho menos lo descarta, es más, sería un sueño al que le ve "mucho futuro"; no obstante, la responsabilidad que llevaría materializar su meta prefiere dejarla para "un poco más adelante", cuando consiga todos sus propósitos encima de las mejores tarimas del planeta.