Hablar de la UD Granadilla es hacerlo de María José Pérez, su jugadora franquicia. La delantera tinerfeña se adentra en una pretemporada especial, y lo hace con la ilusión de una debutante. El recuerdo cercano de una amarga campaña en la que incluso se planteó cambiar de club, contrasta con el presentimiento de que viene algo mejor

La UDG Tenerife Egatesa ha vuelto a la actividad después de meses sin entrenar por la pandemia. ¿Con qué sensaciones ha comenzado la pretemporada?

Con muchas ganas. Lo de ir a entrenar es algo que hacíamos con naturalidad. Era parte de nuestras vidas. Pero por todo lo que pasó con la pandemia tuvimos que parar durante unos meses, así que ha sido muy especial volver. Eso sí, hay que ir poco a poco, porque son muchos meses sin hacer casi nada. Toca mejorar la resistencia. Y para eso están las pretemporadas, para sufrir un poco y llegar al 5 de septiembre (día de comienzo de la competición) lo mejor posible.

¿Cambia en algo la rutina por las recomendaciones sanitarias?

Claro. Todo esto se nos queda un poco grande, pero sé que tanto el equipo médico como el cuerpo técnico han hecho un trabajo enorme. Para ser los primeros días, todo está saliendo de fábula. Hay unas recomendaciones y las seguimos a rajatabla. Si queremos seguir entrenando, no hay otra.

¿Están preocupadas por la posible influencia de la pandemia en el desarrollo de la temporada?

Siempre hay preocupación. Que se pare la Liga y tengamos que volver a casa, no es ningún juego. Todos estamos expuestos a eso y debemos ser conscientes de ello. Pero tampoco hemos estado hablando de eso. En la vuelta al trabajo se nota felicidad. Estamos disfrutando de este momento.

Al margen de todo esto, ¿qué le pide a la temporada?

Que el equipo sea el mismo de años atrás, ser esas chicas guerreras que no se dan por vencidas e intentar quedar lo más arriba posible en la tabla. Es obvio que cada año es más complicado. La temporada pasada surgieron muchas cosas, pero nos pusimos en la zona de salvación. Ahora estamos muy contentas con el cuerpo técnico y muchísimo con lo que se ha incorporado. Nos toca trabajar. Luego, en lo personal quiero intentar estar en las mismas condiciones de hace dos temporadas y rendir.

Veo que pone énfasis al referirse a la llegada de nuevas jugadoras a la plantilla.

Siempre es bueno tener refuerzos, sobre todo si son jugadoras jóvenes y vienen con mucha hambre y con ganas de hacer cosas. A partir de ahí, si las metemos en la dinámica de estar trabajando todo el día para que tengan la mentalidad del equipo, será bueno para todas y para el futuro del club.

El Granadilla viene de sus dos temporadas más inestables. ¿Qué presentimiento tiene con vistas a la próxima?

Tengo el presentimiento de que va a ser buena y de que va a estar bien en el ámbito del club. Han trabajado mucho en estos meses y eso se ha notado muchísimo. Simplemente se percibe al llegar y ver las ganas de trabajar que tiene el cuerpo técnico. Eso es contagioso, es fenomenal.

Entonces, ¿cree que será una campaña más tranquila?

Una temporada de tranquilidad y de confianza. Es positivo te den la confianza que has perdido; ahora, con estos aires buenos, con positividad, creyendo...

¿Cuando habla de pérdida de confianza lo dice por usted?

La temporada pasada fui perdiendo confianza en mí misma, en lo que yo era. Es algo de lo que hablé con el presidente (Sergio Batista). Luego llegó Ayoze (Díaz) para entrenar al equipo. Él me dio una confianza diferente. Y cuando más tarde vino Francis, se colmó el vaso en el sentido positivo. En la parte final de la temporada volví a ser esa María José que todo el mundo conocía: trabajadora y con muchas ganas e ilusión.

¿Llegó a plantearse un cambio de equipo?

Sí. El año pasado estuve a punto de irme del equipo de mi alma porque no estaba bien, pero pude aguantar. Agradezco los consejos que me dieron. Los tiempos pasan y hay etapas que se van. Y ahora estoy mejor. Siempre he estado feliz en mi casa, en el Granadilla.

Da la impresión de que el entrenador, Francis Díaz, ha encajado en el equipo y en el club.

Es que es un tío que ha vivido muchas experiencias, mucho fútbol, y sabe de qué va todo esto. Este equipo le viene fenomenal, porque somos de jugar con mucha intensidad, de estar presionando... Esa es nuestra identidad. Desde que existe este club, hemos intentado ir a por los partidos, a presionar, a hacer lo posible para que los contrarios se sientan incómodos. Y todo eso encaja con Francis.

¿Hablar de objetivos es hacerlo solo de la permanencia?

Siempre de la permanencia. Somos un equipo humilde. Todos los clubes han hecho buenos fichajes y eso es bueno para el fútbol femenino y para nosotras mismas, para poder competir en cada partido y que la Liga esté un poco más complicada para todos.

¿Qué valor le da a la llegada del Real Madrid a la Liga?

Faltaba el escudo del Madrid en esta Liga. Es verdad que, como futbolista y como jugadora de muchos años, es un punto a nuestro favor que ya esté el Real Madrid.

¿Le da pena que no haya pasado lo mismo con el CD Tenerife, teniendo la oportunidad de 'asociarse' con el Granadilla?

Nuestro presidente ha hecho muchísimas cosas por este club. Cuando no éramos nadie, estuvo ahí buscando un montón de patrocinadores. Creo que el CD Tenerife tuvo la opción: ya había un equipo tinerfeño como el Granadilla en Primera, con un caché que nos hemos ganado con trabajo durante cinco años. Al final, el CD Tenerife hizo su equipo; prefirió competir como está compitiendo y hacer una base. Pero donde tiene que estar el CD Tenerife es en lo más alto, en Primera División, igual que pasa con el equipo masculino. Y no es que me de pena o no, pero sí podríamos estar vistiendo la camisa del CD Tenerife, representando al club de todos. De todos modos, estoy súper contenta de estar en este gran equipo y orgullosa de su directiva. Somos lo que somos por todo el trabajo que hemos hecho durante todos estos años.

Después de cinco temporadas en Primera División, ¿se sienten valoradas?

Eso es difícil, muy difícil. Nos sentimos valoradas por todos los que nos rodean en el club, porque son los que se han movido para tener lo que tenemos. Es verdad que tenemos un convenio y que tenemos nuestros contratos y nuestro sueldo. Vivimos de ello, con un sueldo normal, base. Pero se podría estar muchísimo mejor, entrenar en campos mejores y tener disponible una instalación cuando queramos. Y no es el caso.

¿Apoyaría un traslado?

Se podría hacer, pero quien nos da dinero es Granadilla. Sí sería bueno tener una instalación. Sería lo más correcto, pero poco a poco. A ver si en estos años va cambiando la cosa y, en un futuro, podemos tener nuestro campo para no tener que estar pidiendo nada a nadie.