Razak Brimah (Ghana, 22/6/87) será el último obstáculo que tendrá que superar el CD Marino para vencer mañana al Linares Deportivo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (21:00). El premio para estos dos campeones de grupo de Tercera eliminados en el playoff, una plaza en la Segunda B 2020/2021.

"Los dos queremos aprovechar esta oportunidad; y cuando pite el árbitro, rodará el balón y cada uno luchará por su escudo", plantea el portero del Linares, un jugador que acumula cerca de 100 partidos en Segunda A (Guadalajara, Mirandés y Córdoba) y que ya sabe lo que es tener al Marino como oponente, pero vistiendo el uniforme del Tenerife. Poco después de ser fichado por Pedro Cordero en el verano de 2011, en plena adaptación de la plantilla a la Segunda B, Razak fue alineado por Antonio Calderón en Los Cristianos con motivo de un amistoso veraniego (victoria local por 2-1). Nueve años más tarde vuelven a cruzarse sus caminos, aunque en una situación muy diferente y a la que, según su análisis, los dos equipos llegan con las mismas opciones de éxito. "El favorito será el que luche en el campo y saque sus armas con corazón", explica en la víspera del viaje a Madrid.

Razak se incorporó al Linares en 2019 sin pensar que había dado un paso atrás por tener que jugar en Tercera. Tras una temporada en el Mamelodi Sundowns FC de Sudáfrica, regresó a España con el fin de recuperarse de una lesión. "Me llamaron del Linares y me convencieron. Pensé, ¿por qué no? Me gusta mi trabajo y quería disfrutar. Y el de Tercera también es fútbol", recuerda Brimah sin dejar de reconocer que aspira a volver a competir en Segunda División algún día.

Antes del Mamelodi, Razak pasó por el Córdoba, el Mirandés y el Guadalajara, equipo por el que fichó en 2013 tras desvincularse del Tenerife. La pretemporada del curso del ascenso a Segunda A, con Álvaro Cervera al frente, comenzó con el ghanés entre los jugadores con contrato. Pero esa situación no duró. El portero no contaba para el nuevo proyecto. En la campaña anterior se había tenido que conformar con jugar dos partidos oficiales. A la sombra de Sergio Aragoneses, solo pudo debutar cuando su compañero recibió una tarjeta roja. Un triunfo ante el Real Madrid C fue su primera vez. A diferencia de lo que se podría pensar, ese año en la Isla marcó un antes y un después en su vida. "Para mí fue una época inolvidable. Ahí nació mi hijo y yo también me siento chicharrero. Me trataron muy bien el club, así como la gente, la afición... La Isla es como mi casa. De hecho, el próximo verano quiero ir para que mi hijo sepa cómo es el lugar en el que nació, porque aún no ha ido", confiesa Razak, al que le encantaba acercarse a La Laguna. "Me gustaba mucho ir allí a pasear por las tardes", revela.

De aquel Tenerife mantiene contacto con otros exblanquiazules como Zazo, Sergio Rodríguez o Kitoko, pero nadie influyó tanto en su carrera como Aragoneses. "Es como mi padre. Aprendí mucho de Sergio. Es un tío muy profesional y trabajador. Si hoy en día soy la persona que soy y he podido ser futbolista, es en parte por ese compañero y también por el Tenerife".

El pasado le une a la Isla. Y también el futuro inmediato. Será el último obstáculo para el CD Marino.