El primer caso masivo de coronavirus en el fútbol se produjo ayer en la última jornada de Segunda, y provocó el aplazamiento del Deportivo-Fuenlabrada tras confirmarse siete positivos de jugadores y miembros del cuerpo técnico del cuadro fuenlabreño. Los test desvelaron la situación que provocó un terremoto en las horas previas a la última jornada. En la expedición del Fuenlabrada viajaron jugadores con coronavirus, por lo que el equipo quedó aislado en su hotel de concentración en Coruña y no desplazarse a Riazor.

El pasado sábado un test a un jugador alertó de un posible caso en el Fuenla. Su resultado alterado provocó que se aislase al jugador. Los controles que el club realizó a toda su plantilla el domingo dieron negativo y fue el último control de LaLiga realizado ayer por la mañana el que horas después desveló un contagio masivo en la plantilla. En la reunión de urgencia de LaLiga y Federación Española, con la supervisión del Consejo Superior de Deportes, se decidió que se disputase toda la jornada salvo el duelo entre el Dépor y el Fuenlabrada. Los jugadores deportivistas esperaban en su estadio y horas después conocieron el descenso sin jugar por los triunfos de sus rivales directos.

Luego, el presidente del Dépor, Fernando Vidal, aseguró que van a denunciar a LaLiga "en todos los frentes" posibles para que sea declarada "irregular" esta última jornada, en la que su equipo ha descendido sin jugar. "Vamos a denunciar que esta jornada es irregular y que se incumplió gravemente el principio de igualdad. Llegaremos a todos los frentes, por el orden que corresponde [Competición, Apelación, TAD y Justicia Ordinaria] porque nos sentimos atropellados sin comerlo ni beberlo", señaló.