El Real Madrid quiere sentenciar la que sería su trigésimo cuarta Liga, la segunda de Zinedine Zidane, extendiendo su racha victoriosa de nueve triunfos consecutivos ante un Villarreal que pretende aplazar el alirón blanco.

Es una Liga de autor con el nombre de Zidane. Es el título más deseado por el técnico francés, que por encima de las tres Champions consecutivas siempre escoge la Liga como el de mayor dificultad. La firmeza de su Real Madrid tras el parón, sin poder contar con Hazard en plenitud física, prescindiendo de jugadores que debían tener otro rol como Bale o James, con lesiones en ataque que dejaron a Benzema como único 9, reivindica la figura del técnico. francés.

La firmeza defensiva, clave para que el Real Madrid acaricie la Liga con solo 22 goles encajados en 26 jornadas disputadas, tiene a Courtois a un partido de alcanzar un récord de la historia del club con el portero con más puertas a cero en una Liga. Será clave en un partido en el que Zidane retocará la parte ofensiva con la posible inclusión de Eden Hazard, al que ve mejorado de sus molestias de tobillo. Entre Rodrygo e Isco pugnan por la tercera plaza del tridente con más opciones para el brasileño.

El Villarreal afronta el partido con la intención de aguarle la fiesta al equipo blanco en su primer intento de cantar el alirón liguero, pero principalmente para certificar con un empate o un triunfo su plaza en la próxima Liga Europa. El dilema para el equipo y para el técnico, Javier Calleja, es si deben realizar un esfuerzo extremo en este complicado encuentro o apostar por reservar a alguno de los fijos en el once para el partido del domingo ante el Eibar.

Así, el técnico madrileño podría hacer rotaciones en algunas demarcaciones. Raúl Albiol, Zambo Anguissa, Alberto Moreno o Santi Cazorla, acumulan muchos partidos o, alguna molestia, por lo que pueden entrar en esas rotaciones.

En el capítulo de ausencias destaca, la del delantero Paco Alcácer.