Con la permanencia ya amarrada, el Tenerife se encuentra en la situación deseada de llegar a la recta final con opciones de luchar por jugar la fase de ascenso. ¿Cómo analiza el momento en el que está el equipo?

El objetivo ya está cumplido. Ahora tenemos la opción de pelear por algo más bonito. Y vamos a ponerlo todo en el campo. Si tenemos suerte y se dan los resultados -porque no dependemos de nosotros-, no vamos a renunciar a nada, sabiendo que para llegar a cotas más altas tendremos que estar centrados en lo que nos ha llevado hasta aquí, que es el día a día.

¿Tuvo alguna duda en la reanudación de la competición?

No. Para nada. Después del empate con el Málaga comenté que el equipo estaba en un buen momento y que era competitivo. El paso de las jornadas me ha acabado dando la razón. Son sensaciones que uno nota dentro del campo. Y se está viendo que, más allá de que pueda ganar, empatar o perder, el Tenerife compite. Luego, los detalles hacen que los partidos se decanten. Ahora estamos en un buen momento y los resultados están cayendo de nuestro lado. El trabajo está siendo bueno, estamos vivos en cada partido.

Por lo que dice, existe una relación con el rendimiento anterior a la interrupción de la competición. De hecho, son el mejor equipo de la segunda vuelta.

El Tenerife venía trabajando bien desde antes del confinamiento y hemos conseguido darle continuidad a esa situación. Vamos a ver si somos capaces de mantener esa línea, aunque será difícil porque hay otros equipos que están en un buen momento.

No habrá sido nada sencillo conseguir esa continuidad después de tanto tiempo sin jugar.

Fue una situación muy extraña. Nadie la había vivido. Intentamos adaptarnos de la mejor manera posible teniendo claro que el trabajo diario hace que uno saque los resultados adelante. Nos centramos en lo que podíamos hacer: en cada momento, en trabajar bien, en cuidarnos... Parece que todo eso nos está dando resultado.

¿Quedan energías para lo que resta de competición?

Desde luego. En la plantilla hay muchos jugadores jóvenes que nos están dando mucha energía. Además, nos estamos viendo reforzados por los resultados. Eso es lo más importante, porque cuando uno hace un esfuerzo físico tan exigente como el que estamos realizando y no obtiene resultados, psicológicamente se acaba cayendo. Así es más difícil mantener los esfuerzos. Pero cuando acabas teniendo resultados, sacas fuerzas de donde no las hay.

¿Como en Cádiz y Almería?

Son dos de los rivales más duros del campeonato, dos de los mejores equipos, y pudimos ganar en los dos campos. Estamos contentos por ello, pero no lanzamos las campanas al vuelo. Tenemos que centrarnos en el día y saber que si competimos a un buen nivel seremos capaces de ganar a cualquiera, pero si bajamos los niveles de atención y de esfuerzo, cualquier rival nos puede ganar.

Ahora les toca recibir a un Zaragoza que es segundo pero que viene de perder ante el Rayo y ha encadenado tres derrotas.

Un equipo de la calidad del Zaragoza que viene tan herido es más peligroso todavía. Ellos han vivido una situación privilegiada a nivel clasificatorio y ahora están viendo que se les puede escapar el objetivo del ascenso directo, así que vendrán a morir, porque tienen la opción de conseguir algo realmente importante. Sabemos que es un equipo con muchísima calidad y que tiene jugadores que marcan diferencias. Pero se trata de centrarnos en nosotros, no mirar mucho al rival, hacer el juego que sabemos hacer... Vamos a ver si somos capaces de sacar nuestras virtudes y evitar las suyas.

Aparte

Será muy difícil. Hay varios equipos implicados. Son rivales que tienen jugadores de mucho nivel. Nosotros tenemos una desventaja de puntos respecto a varios de ellos y no tenemos una posición privilegiada respecto a los demás, así que lo único que podemos hacer -y si fuera lo contrario nos equivocaríamos-, es centrarnos en el partido con el Zaragoza, entrenar lo mejor posible, cuidarnos, estar preparados... Porque los esfuerzos que vienen ahora serán súper exigentes. No hay que mirar más allá. De lo contrario, no pondremos el foco de atención donde tiene que estar y nos distraeremos

¿Viene bien ser un invitado sorpresa? ¿Ir de menos a más?

No lo sé. También puede ser un arma de doble filo, porque cuando vienes de hacer un esfuerzo tan grande, puede haber un momento en el que pienses que ya has conseguido tu objetivo y te desinfles un poco. Nunca se sabe cuál es la mejor posición. Lo único que sabemos es que vamos a competir contra rivales de grandísimo nivel, clubes con más presupuesto que el nuestro, con jugadores que marcan diferencias... Y la mejor manera de conseguir algo es centrarnos en el día a día y trabajar como equipo desde el inicio al final. Así estaremos más cerca de conquistar un objetivo más bonito.

Pero el Tenerife no da señales de estar perdiendo empuje.

Desde luego que no renunciamos a nada, está clarísimo. Todo el mundo quiere luchar por los puestos de arriba. Y eso también te lo dan los momentos de los partidos. En Almería hubo una fase en la que sufrimos un poco, pero se vio que éramos capaces de ganar. Luego, los compañeros que salieron en la segunda parte nos dieron un plus que hizo que ganáramos. No nos vamos a conformar, vamos a pelear por todo. Y si tenemos la suerte de que caiga de nuestro lado, estaremos encantados.

¿Se ha parado a pensar en que el ascenso podría producirse en el momento menos esperado?

Es algo hipotético. Quedaría mucho para conseguirlo. Pero ojalá sea así. De momento nos centramos en el día a día y ponemos el foco de atención en el partido con el Zaragoza. Si llegásemos a luchar por esa posibilidad, sería algo maravilloso, pero para luchar por eso primero tenemos que entrenar como los mejores y jugar contra el Zaragoza y ganar. No queda otra.

Sí habrá pensado en cómo estaría el Heliodoro Rodríguez López en un partido como este.

Eso sí que me pasa por la cabeza, porque son partidos muy bonitos. Ya he vivido bastantes aquí y el ambiente que se genera es una maravilla. Es una pena que la gente no lo pueda disfrutar en el campo, porque la afición es muy partícipe de todo esto. Pero la situación se ha dado así y hay que centrarse en el día a día y no pensar más allá.

¿Se ha ido acostumbrando a jugar sin público?

Te intentas adaptar, pero falta lo más bonito: el ambiente de la competición, la gente en un estadio como el nuestro... Es una pena no poder vivirlo. Espero que pronto se puedan ver las gradas llenas.

Se perdió por una sanción el partido de regreso a la competición, ante el Fuenlabrada, pero después ha jugado casi todos los minutos. ¿Cómo lo lleva?

Bien. Físicamente me encuentro mejor de lo que esperaba. Me estoy adaptando muy bien y eso da una buena imagen del trabajo que estamos haciendo en los entrenamientos. En el campo nos estamos encontrando con buenas sensaciones y eso es importantísimo para todos. Con tantos partidos seguidos, si uno ve que no llega bien a los encuentros, no compite igual. En nuestro caso no es así, estamos aguantando bien.

De los cuatro capitanes es el único que está teniendo protagonismo en el campo. ¿Qué papel están tiendo los demás, Suso, Carlos Ruiz

Siempre tienen un papel importante. Somos jugadores que tiramos del grupo en los momentos difíciles. A partir de ahí, cuando no participas todo lo que te gustaría, lo único que te queda es entrenar a tope y animar a los demás compañeros. Todos lo están haciendo de manera ejemplar, sin poner una mala cara y animando al resto del grupo. Eso es lo que hace que el nivel de la plantilla suba. Solo tengo buenas palabras hacia ellos. Están respondiendo de una manera muy buena.

Esta es su séptima temporada en el club. Ha vivido desde dentro diferentes versiones del Tenerife. ¿La actual, con Rubén Baraja

Tenemos nuestras virtudes, pero también nuestros defectos. En los años que llevo aquí he pasado por momentos en los que he jugado en equipos un poco más dominantes, pero ahora mismo tenemos una seguridad defensiva bastante alta y esa la base para poder hacer cosas. Luego tenemos jugadores con hambre, con gol... No me gustaría comparar esta temporada con otras anteriores. Simplemente, somos un equipo diferente y le estamos sacando mucho rendimiento a nuestras virtudes. Me quedo con eso. Cada equipo tiene su manera de trabajar y de sacar los resultados adelante.

Siendo usted un entrenador en potencia, ¿se identifica con el estilo de Rubén Baraja?

Estoy disfrutando con su manera de trabajar, porque es un entrenador muy metódico, no deja nada en el aire, tiene cada detalle muy pensado... Cada vez que salimos al campo, sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer tanto en situaciones ofensivas como defensivas. Eso dice mucho de un entrenador. Luego, se ha visto que maneja alternativas. Por ejemplo, en ciertos partidos en los que sacamos el balón de una manera o de otra dependiendo del rival. Solo tengo buenas palabras. Y los resultados están acompañando. Ahí está su trabajo. Cuando los futbolistas salimos al campo, es raro que algo nos sorprenda. Creo que el principal trabajo de un entrenador es ese: que su equipo sepa lo que tiene que hacer en todo momento y tenga claro por dónde le pueden atacar y de qué manera.

No pasa siempre que un equipo llegue a definir una identidad y obtenga resultados.

Es muy complicado. En este caso, lo es aún más si llegas a un equipo en una dinámica tan mala como la nuestra. Darle una vuelta de tuerca tan grande a una situación y conseguir que el equipo funcione, es difícil. Y lo más complicado es que encima acabes consiguiendo resultados. Esa es la guinda. Todo el cuerpo técnico está haciendo un gran trabajo. A ver si conseguimos darle continuidad y recibimos un bonito premio.

Entonces, recibiría como una buena noticia su renovación.

Baraja ya ha demostrado de sobra que está logrando resultados y le está sacando todo el jugo que tiene al equipo. Se lo ha ganado. A mí sí me gustaría que se quedara. Pero es algo suyo y del club.

Hablando de renovaciones, ¿qué le ha aportado la suya?

Uno está donde quiere estar. Al principio nos costó un poco acercar posturas porque el club planteaba una cosa y yo entendía otra. Al final, el Tenerife hizo todo lo posible para que me quedara y yo también cedí en ciertas cosas porque me quería quedar. A ver si podemos vivir un año nuevo bonito para darle continuidad a toda la etapa profesional que llevo aquí.