Supongo que se marcha con pena...

Bueno, por una lado sí estoy un poco triste porque en su día firmé un contrato de 2+1 y pensaba que estaría aquí mucho tiempo. Pero también sé que se trata de una parte más del deporte. Se acaba una etapa de mi vida, y ahora lo más importante para mí es tener otra oportunidad de jugar y aprovecharla demostrando que soy el mismo o mejor jugador que antes de la lesión. Estos dos últimos años han sido complicados y las cosas no salieron como pensaba, pero todavía tengo mucho baloncesto y creo que puedo seguir creciendo.

¿Qué ha faltado para ver este año al Gielo del Joventut?

Ha sido una temporada muy larga y complicada, después de un año sin jugar y pensando que ya había pasado lo peor. Llegaba a una plantilla totalmente diferente y con 15 jugadores de muy alta calidad, y al final podía suceder que no todos tuvieran la misma oportunidad. No lo pongo como excusa ni culpo a nadie, solo es la realidad. Al final me voy muy agradecido al club por estos dos años; y muy, muy agradecido con los aficionados por la conexión que tuve siempre con ellos. Lo echaré de menos.

Enfado, frustración, rabia... ¿Qué sentía al ver que no jugaba lo que le hubiera gustado?

Soy una persona bastante ambiciosa y con hambre, y sé que las frustraciones por las que pasé por no jugar han sido culpa mía. Pero también creo que hubo momentos en los que demostré que podía ayudar al equipo. Pasara lo que pasara, ahora ya estoy pensando en una nueva etapa.

Entre enero y febrero le comunican que no entra en los planes del técnico, pero en cambio usted permanece en el equipo...

Con la triste lesión de Yusta y la llegada de Radoncic, que podía jugar de tres y de cuatro, sabía que iba a haber mucha gente en mi puesto. Lo hablé con mi agente, y lo entendí pese a que era una situación negativa para mí. Pude salir a algún club en busca de más minutos, pero luego todo se paró por la pandemia. Por eso traté de aprovechar al máximo ese tiempo para seguir trabajando y no rendirme; y creo que eso se notó en la fase de Valencia.

¿Físicamente cómo se encuentra ahora mismo?

Creo que estoy en el mejor momento desde la lesión. Cada mes y cada semana veo que todo mejora, que tengo más confianza, que puedo jugar con un riesgo mayor.

¿Cuántas veces ha echado la vista atrás y ha recordado la fatídica acción de la lesión?

No pienso en ella. El primer año pude ver la jugada unas 300 o 400 veces, pero ya no tengo malos sentimientos sobre aquello. Si culpo a la lesión de todo lo que me ha pasado después es como si buscara una excusa, y yo no soy así. Creo que todo en la vida sucede por una razón. Hay gente que tiene problemas muchos más graves que yo; para mí es una bendición poder jugar al baloncesto, algo que amo. Por eso no me importa esforzarme a diario en demostrar que puedo jugar en lugar de rendirme y dedicarme a otra cosa. No vivo para tener el agradecimiento de otras personas, sino para cumplir mis objetivos.

Si tuviera que quedarse con un recuerdo concreto de estos dos años en la Isla, ¿cuál sería?

Pues no tiene por qué ser un momento durante un encuentro o el de una victoria increíble, sino otros de mayor tranquilidad. Esos que vives con los aficionados tras los partidos, o con tus propios compañeros en el vestuario, en la guagua, en los aeropuertos... Esas risas, esas bromas y esa amistad son especiales. Este año por ejemplo, con una plantilla totalmente nueva, se generó un grupo fenomenal.

¿Le gustaría seguir en ACB?

Claro, claro. Ya estoy acostumbrado a España y a la liga. Si se presenta una oportunidad de jugar en una competición de tanto nivel, claro que la querré aprovechar. Esa es mi prioridad, pero también entiendo que después la lesión tan grave y un año en el que no salieron las cosas como yo quería, ahora necesito un poco de tiempo para convencer al equipo que apueste por mí. No sé dónde será, pero estoy seguro de que aprovecharé la oportunidad que me llegue. Ahora tengo más ganas que nunca de demostrar que puedo jugar al mismo o mejor nivel que antes de la lesión.

Y en un futuro más a largo plazo, tratar de meterse en los Juegos Olímpicos con su selección...

Sí, pero habrá que ver cómo evoluciona todo con la pandemia. Si se podrán jugar las Ventanas o incluso el Preolímpico por aquello de las pruebas y la cuarentena. Ganas tengo, y el resto de la selección también. Queremos demostrar que el buen papel que hicimos en el Mundial no fue una sorpresa.