La lesión de Dani Gómez marca un antes y un después en el partido. Sin el rubio delantero en el campo, el Tenerife se desconectó hasta el descanso. Después, en la segunda mitad, fue netamente inferior, se cansó tratando de impedir que el Deportivo progresara con su juego de apoyos y triangulaciones, y sobrevivió a las claras ocasiones gallegas gracias a la inspiración de Ortolá. La inferioridad numérica en el medio durante todo el segundo tiempo, cuando el Deportivo dio un paso adelante y colocó a sus laterales más arriba, desequilibró la contienda, que había empezado de una manera bien diferente. Queda la duda de qué hubiera pasado si Dani no hubiese caído lesionado, y también cabe tenerla sobre la respuesta del Tenerife con un delantero distinto a Miérez en los 70 minutos siguientes. El argentino y Joselu, dos rematadores, no le dieron enganche al equipo, que fue perdiendo contacto con el ataque y, por consiguiente, se vio impedido de mantener la superioridad de los primeros 20 minutos.

Al comienzo, el Tenerife fue pujante, dominador, se atrevió a apretar la salida de la pelota de los gallegos y dio una notable sensación de peligro en cada llegada. Los desmarques de Dani Gómez le habían dado al equipo la posibilidad de meter la pelota en la zona de los tres centrales visitantes. El conjunto de Baraja ocupó el campo de ataque con soltura, combinó por fuera y por dentro, puso balones a la zona de remate y se cuidó de cerrar las salidas del rival, salvo en la galopada de David Simón que puso a prueba a Ortolá, en respuesta a la primera ocasión del partido, que llegó en un disparo de Aitor Sanz a la salida de una falta y que Dani Giménez despejó con apuros. Fueron 20 minutos de inmejorables sensaciones frente a un Deportivo cada vez más atrás, replegado, sin entrar en el cuerpo a cuerpo, confiando la respuesta a sus cinco defensores. Tanto es así, que los de Vázquez solo hicieron una falta en el primer tiempo. Todo estaba funcionando cuando surgió la acción que detuvo el partido, paró el ritmo y pareció golpear al equipo de Baraja. En una pelota cruzada al área, Eneko Bóveda chocó con la cadera de Dani Gómez, que no pudo reponerse del golpe. Solo dos minutos después, una acción en medio campo ocasionó la lesión de Uche Agbo, en un lance al que llegó tarde Bermejo. Los dos equipos encajaron de distinta manera el golpe. El Tenerife puso en juego a Miérez, un rematador que ofrece menos opciones en el tipo de fútbol que aporta Dani Gómez; el Deportivo colocó en el eje, junto a Gaku Shibasaki, a Borja Valle, un mediapunta que alimentó la buena salida de balón de los gallegos. El Deportivo acabó ligeramente por encima la primera mitad, de la que se fue dolorido en un hombro Luis Pérez, que cayó mal en un choque con Mujaid.

La batuta de Gaku. El segundo tiempo fue visitante. Gaku cogió la batuta, le dio pase y criterio al Deportivo, siempre jugando hacia delante; así, su equipo encontró soluciones de continuidad hasta cercar el área local y producir ocasiones que fueron siendo más claras con el paso de los minutos. El Tenerife se replegó, pareció cansado -tal vez sea el efecto que produce ver al equipo sin balón-, y se amparó en Ortolá. El portero desvió a córner un disparo pícaro de Gaku (55'), rechazó con una parada de reflejos el remate de espuela de Sabin Merino (57'); vio pasar de cerca el peligro cuando Eneko Bóveda, en su intento de empujar la pelota, la despejó sobre la línea tras un servicio medido de Aketxe (60') y, especialmente, salvó el partido cuando despejó con una pierna el remate a bocajarro de Christian Santos tras una combinación formidable del ataque gallego (73'). Ni los cambios ni los intentos de Milla por administrar el balón lograron que el Tenerife nivelara el juego. Entonces surgió la jugada: un envío largo al área generó el salto entre Joselu y Mujaid, el defensa alargó el brazo, Joselu cayó y el árbitro señaló penalti. Cuando Milla marcó, la dinámica del equipo de Baraja había alcanzado el cénit. Sin embargo, el Deportivo retomó las cosas donde las había dejado. Volvió a agarrar el balón, siguió combinando y encontró el empate. El resultado no puede ser más justo. Si acaso, hasta generoso con el Tenerife.