Si hasta su victoria en Cádiz habían transcurrido más de dos años desde que el CD Tenerife lograra tres triunfos seguidos, con el 0-2 del Carranza el cuadro blanquiazul pone fin a otra racha particular, la de no ganar dos partidos seguidos ligueros lejos del Heliodoro. Dicha circunstancia no sucedía desde el 13 de marzo de 2016, cuando los isleños doblegaron 0-1 al Leganés tras hacerlo dos semanas antes en Anduva frente al Mirándes (1-2). El cuadro de Baraja ya suma este curso seis victorias y tres empates a domicilio, siendo el octavo con mejores registros lejos de su feudo.

Dani Gómez Alcón (Alcorcón, Madrid, 30/7/98) es el protagonista de una historia de superación. Desde que accedió a los infantiles del Real Madrid, en 2012, lo suyo ha sido un reivindicarse cada año a base de meter goles. "Soy un jugador explosivo, rápido y matador". Esa es su divisa. Dani y el gol han ido siempre de la mano, pero esta suerte no siempre le ha resultado suficiente para abrir puertas en una escalada no exenta de obstáculos. Cuando se enfundó la camiseta de Tenerife para vivir su primera experiencia fuera de Madrid, Dani ya había jugado dos Eurocopas con selecciones españolas de base y había ganado la Copa del Rey y la Copa de Campeones con el primer juvenil del equipo blanco, con el que hizo 32 goles y se dio a conocer en la Youth League, marcando 4 tantos en 7 partidos, antes de recalar en el Real Madrid Castilla.

E Una renovación difícil. Dani, heredero de una estirpe de "9" que triunfaron fuera de la casa blanca (Soldado, Negredo, Morata, Joselu...) llegó al Castilla tras haber hecho la pretemporada en USA con el primer equipo a las órdenes de Zidane, junto a nombres que ahora suenan en la élite, como Óscar (Leganés) o Achraf (Dortmund) ya con la condición de mirlo de la cantera. La negociación de su contrato se estancó y por ello, su participación con el filial también. De la dicha con Guti como entrenador, a la desdicha bajo las directrices de Solari... El futbolista desapareció de las alineaciones. Fue un tramo largo, en el que el Castilla apostó en la punta del ataque por Cristo González, que hizo 11 goles, por 6 de Gómez. El "Tiburón de Alcorcón" alcanzó un acuerdo con el club en julio de 2018, para cuatro temporadas. La firma, escenificada a lo grande, con la llegada de su hermano Eric al cadete "B" como añadido, mereció la presencia en la foto de José Ángel Sánchez, el delfín de Florentino Pérez. Ya atado, Dani empezó a jugar más en el Castilla, aunque entrando desde el banquillo, con Cristo como titular, y acabó haciendo lo que sabe: marcó 8 goles al amparo de José Manuel Díaz, con el que recuperó la confianza.

E Suplente con López Garai. En paralelo al equipo, Dani vivió una primera vuelta muy difícil. En los 16 partidos que dirigió López Garai, fue titular tres veces, aunque solo disputó los 90 minutos en El Toralín. De resto, entró desde el banquillo, y no siempre. De hecho, se quedó sin participar en cuatro ocasiones. Participó en una media de 30,75 minutos por partido. Solo anotó un gol, en Albacete (2-4), una media de 0,06 por encuentro. El cambio de entrenador abrió una expectativa diferente al goleador. Fue patente ya en los dos partidos que dirigió Sesé Rivero. En Gijón disputó 45 minutos y marcó. En el siguiente choque, ante el Almería, disfrutó de su segunda titularidad en el Heliodoro.

E Baraja y la explosión. Han sido hallazgos recíprocos. Para Dani Gómez la llegada de Baraja ha significado la gran oportunidad que cualquier jugador desea. Para Baraja, llegar a un equipo en el que hay un delantero que define tan fielmente las características de su estilo, debe haber supuesto un punto de partida para ejecutar la idea de fútbol que trajo. Hechos: en los diez primeros partidos que dirigió el pucelano, Dani fue titular en nueve, en todos jugó los 90 minutos, y solo entró desde el banquillo al descanso del de Riazor. En los ocho últimos encuentros de Liga, Dani ha sido titular siempre, aunque en seis de ellos fue sustituido ya casi al final. De 18 partidos con Baraja, ha estado en la alineación titular 17 veces, jugando una media de 80,05 minutos por encuentro. Su racha goleadora ha ido aumentando, ha marcado 7 veces con este entrenador, hasta el 0,38 goles por partido.

E No solo goles. Pero la aportación de Dani Gómez va más allá de la suerte final, en la que domina todos los registros, define en carrera, es oportunista, va al segundo palo, ataca valiente el primero, es buen cabeceador... En el resto, es un jugador básico para iniciar la presión alta que permite al equipo defender hacia delante y juntarse en campo del rival. Agresivo y generoso en el esfuerzo, es una referencia tirando desmarques en los pasillos interiores para el juego vertical del equipo, que tiene así una clara opción de conectar con los puntas sin descolocarse. Dani es un futbolista óptimo para el sistema de Baraja. Su realidad pasó de la noche al día.