"Quería que mis jugadores dieran un golpe encima de la mesa y dijeran que estaban aquí", así resumió Txus Vidorreta la actuación de su equipo en el encuentro de ayer, con el que la plantilla canarista se quita el mal sabor de boca de las tres primeras jornadas. "Hemos hecho un buen partido, en el que el equipo ha tenido más frescura y más piernas que contra el Bilbao. Hicimos 15 minutos muy buenos pero también cinco muy malos antes del descanso, perdiendo balones y fallando tiros a la vez que permitimos que ellos corrieran. En el tercer cuarto volvimos al nivel del inicio, siendo superiores, pudiendo jugar dentro y fuera, y anotando de tres. Y ya al final, cuando estábamos generando ventajas, volvimos a fallar tiros abiertos, dándoles la oportunidad de igualar el marcador. Sin embargo, mantuvimos la cabeza fría, y con buenas lecturas, y anotando tres tiros seguidos muy importantes hemos logrado un triunfo merecido tras el que creo que ha sido el mejor partido de la fase", explicó el técnico bilbaíno como resumen.

Vidorreta desveló que prescindió de Aaron White porque "con una fascitis plantar como la que tiene solo habría jugado una final". Huertas padece una contusión en la inserción proximal del ligamento colateral interno de la rodilla derecha, con hematoma y periostitis cóndilo-femoral, mientras que Shermadini arrastra una contusión en el gemelo externo de la pierna izquierda, y otra en el vasto externo del cuádriceps del muslo derecho. "Hemos decidido que descansaran porque había riesgo real de lesión, y si alguno de estos dos se lesiona ahora para dos meses igual estamos poniendo en peligro nuestro playoff de la Champions en septiembre. Era muy importante mantener la precaución con hombres tocados como ellos", argumentó.