El Tenerife puede dar un paso casi definitivo esta tarde, para alcanzar su primer gran objetivo, que es salvar la categoría. Parte con 43 puntos y un triunfo ante el Mirandés colocaría a los de Baraja a solo 4 de la cota de los 50, que se da por suficiente para evitar problemas. Luego, faltarán otras siete jornadas para consolidar una posición mejor en la tabla...

Enfrente, esta tarde, en esta situación peculiar, con el Heliodoro vacío y a una hora poco frecuente para los partidos entre semana, estará uno de los equipos revelación de la temporada. El Mirandés, que carga con los peores antecedentes en el feudo blanquiazul, llega con una realidad que no tiene mucho que ver con la de sus anteriores visitas. De hecho, sigue con todas las opciones de asaltar la zona de playoff, a pesar de su reciente derrota en Anduva ante la Ponferradina (1-2).

Rubén Baraja, que guarda con celo sus intenciones de cara a la alineación, hizo ayer un encendido elogio del rival al que tendrá que batir. Sin ir más lejos, el equipo de Iraola ganó hace solo una semana en El Alcoraz a un Huesca que llegaba eufórico. No es un éxito aislado, los burgaleses ya han conquistado este año feudos tan difíciles como La Romareda, Alcorcón, Albacete, Girona o Ponferrada. Para el Tenerife es un examen que pondrá a prueba la buena línea que ha mostrado el equipo en los dos últimos partidos. La primera parte ante el Málaga, con cuatro ocasiones muy claras de marcar, y el partido completo de El Sardinero, con el lapsus de los últimos minutos, son referencias válidas, que pusieron de relieve que el Tenerife compite contra cualquiera cuando es fiel a su estilo, o sea, cuando puede apretar muy arriba, generar pérdidas de balón de su rival, y correr en transición en busca de sus dos puntas.

Es obvio que el Mirandés ha sido más regular. Y ha apostado por otro estilo. Los dos equipos tienen su cociente goleador igualado, pero mientras el Tenerife comparte un (38-38), el equipo de Iraola tiene un (47-47). Esa referencia arrastra datos de una primera vuelta en la que sí había notable diferencia entre ambos equipos.

En el momento blanquiazul hay jugadores que están alcanzando un nivel muy alto. Sipcic, Aitor y Milla, Bermejo y Shaq Moore, además de Joselu, rayaron a notable altura en Santander. Las rotaciones, en una situación como esta, cuando se pone delante la posibilidad de mantener el ritmo y sentenciar la permanencia con otra victoria que sería casi definitiva, son un recurso discutible. El propio Baraja dijo ayer que lo importante es el objetivo inmediato, o sea, el partido de esta tarde. El Tenerife necesita aprovechar su buen momento.