Adiós con la peor versión posible. El Iberostar Tenerife sufrió este domingo su tercera derrota seguida en la Fase Final, un tropiezo que hace que los de Vidorreta queden sin opciones de meterse en semifinales, pero que sobre todo deja una imagen lamentable de los canaristas, casi siempre a remolque y nada intensos en defensa. Frente a un rival que demostró tener mucha más hambre (pese a una limitada rotación y venir de una prórroga) y que acabo ninguneando a los aurinegros, una sombra del conjunto que marchaba cuarto antes del parón.

Con Huertas fuera de partido (cuatro puntos y cinco asistencias) y Shermadini muy bien atado en corto (13 puntos), los isleños vivieron durante muchos minutos de su acierto en el triple (18 de sus 20 puntos en el tercer cuarto llegaron desde el 6,75) para incluso tomar la delantera en el electrónico (43-41). Sin embargo, esa falta de recursos hizo que los canaristas acabaran sucumbiendo con claridad en unos últimos minutos para olvidar. Se salvó de la quema Nick Zeisloft, autor de seis triples y 22 puntos.

No estuvo nada acertado el Iberostar en el arranque, sin la solidez necesaria en defensa ni tampoco la chispa necesaria en ataque. Atrás los aurinegros estuvieron demasiado blandos, permitiendo que el Bilbao anotara con mucha facilidad, en especial cerca del aro (permitiendo penetraciones y regalando rebotes), pero también a media distancia sin que el uno contra uno fuera sólido. Y delante porque salvo alguna acción esporádica de Salin (cinco puntos) y Shermadini (2+1) para el 8-8, las ofensivas de los laguneros fueron a trompicones, sin saber ni poder finalizar con claridad, lo que derivó en malos tiros (1/6 en triples) y pérdidas (cinco en el primer cuarto) que permitieron correr a los vizcaínos.

La situación empeoró con las rotaciones, en especial porque Bogris se empeñó, quedándose muy enterrado, en que Lammers exhibiera su buena mano a media distancia hasta en tres ocasiones seguidas para el 12-20. Sin embargo, y como ocurrió en los minutos finales contra el Baskonia cuando logró equilibrarse, la segunda unidad fue más intensa y encadenó varias buenas defensas para la recuperación canarista (19-20, 11').

Sin brillantez (20-25), y todavía concediendo demasiados tiros sencillos (con lagunas en los cortes por la línea de fondo para un total en el lanzamiento de dos que llegó a ser de 12/16), los canaristas fueron dando con la tecla para seguir agarrados al choque. Lo hicieron de la mano de Sasu Salin (10 puntos produciendo tanto desde fuera como penetrando) y también de forma esporádica por parte de Shermadini (28-28). Pero los de Vidorreta no lograron dar con un punto de inflexión (Huertas no había anotado al descanso) y además siguieron concediendo en el rebote de su canasta, incluso tras tiro libre (7 ofensivos y nueve puntos de segunda oportunidad de su rival) para verse de nuevo abajo (29-33). Solo el triple de Zeisloft para maquillar un pobre 3/12 al intermedio (32-33).

Reeditó algunos pecados el Iberostar en el inicio del tercer acto. Los isleños siguieron con la puerta abierta de su rebote, Shermadini se colocaba con su tercera falta en apenas dos minutos y además Bogris se empeñaba en defender con la vista (32-36). Con ataques a medio camino entre lo trabado y lo elaborado, el cuadro tinerfeño acabó dando con varias situaciones claras desde el 6,75, donde Suárez primero y Zeisloft después para lograr la que era hasta ese momento su renta más grande en lo que iba de torneo (43-41).

Pero ni con esa pequeña reconciliación con el tiro de tres (después anotaron el propio Zeisloft dos veces más hizo que el Iberostar recibiera ese chispazo que le permitiera recuperar una versión más reconocible. Bogris daba continuidad a su insultante pasividad defensiva y además delante no estuvo fino de manos. Igual o peores fueron las prestaciones de Shermadini, anulado por completo por Lammers, ya fuera por anticipación o incluso tras recibir. Así el Bilbao logró atajar la reacción canarista e incluso correr y hurgar en la herida de un balance defensivo de patio de colegio (52-58).

Al funeral canarista se unió el júnior Ruiz con cinco puntos seguidos para que la renta vizcaína se disparara por encima de la decena (52-63), ya dentro del último cuarto. Pese a alguna que otra acción esporádica (triple de Zeisloft y robo y canasta de Díez) el Iberostar ya estaba muerto, y lo que más pudo fue meterse en un intercambio de canastas para que su desventaja se mantuviera sobre los 10 puntos (62-74 tras pérdida). Los minutos pasaron sin que el panorama cambiara lo más mínimo (sin apenas balones interiores y permitieron más rebotes ofensivos), y el Canarias asistió, tan impotente como irreconocible, a su particular defunción liguera.