Entrar a la pista, pero hacerlo de verdad. Después de un irreconocible inicio de encuentro ante el Unicaja, el Iberostar Tenerife está obligado hoy (20:30 horas) a no conceder en el inicio ante un todo Kirolbet Baskonia. Los de Vitoria no tuvieron compasión de sus vecinos del Bilbao Basket en el estreno y ya acechan a un adversario al que ya maniataron en la jornada precovid.

El desacierto aurinegro contrastó con la clarividencia de ideas cajista, y eso desencadenó una hemorragia que no consiguió suturar el Canarias. Con el frenazo en el debut de la Fase Final de la Liga Endesa 2019/20, el Iberostar Tenerife debe tener suficiente para tomar conciencia y salir enchufado -y enchufando-. El acierto en sus tiros, de maridarse con una buena defensa, sería un buen punto de partida para enseñarle los dientes a uno de los favoritos.

Lo que bien empieza, está más cerca de acabar satisfactoriamente. El mentado errático inicio del pasado miércoles no solo fue el del choque, sino que se prolongó en cada uno de los arranques de cuarto. 0-10, 4-15, 4-11 y 2-12, una losa de la que no se pudo zafar en el debut en el evento excepcional. Darle al rival de hoy un respiro en forma de un parcial abultado es despedirse de las opciones de igualar la balanza en la clasificación y, de paso, tener que apelar a un triple empate para pasar a las anheladas semifinales que se disputarán el próximo día 28.

El Kirolbet Baskonia, tras una irregular temporada en la que ni tan siquiera logró colarse en el vagón de los ocho primeros al cierre de la primera vuelta, está más vivo que nunca. Más allá de contraprogramar al Iberostar Tenerife el pasado 8 de marzo -justo antes del parón por la Covid-19-, demostró llegar muy bien física y anímicamente a la cita en la que se midió al Bilbao Basket (64-87). El empezar con buen pie les da inherentemente una confianza de la que no dispone -de entrada- el Iberostar.

La recuperación de Luca Vildoza y Jayson Granger, lesionados en septiembre y octubre de 2019, respectivamente, se ha dado en toda la extensión de la palabra. Los números del miércoles como soporte: el argentino ayudando a remontar (20 puntos, 5/7 TC, cinco rebotes, cinco asistencias y 31 de valoración); y Granger llevando la batuta y sacando su portentoso físico (12, 4/4, 3, 5 y 18).

Precisamente, y tal como advirtió Txus Vidorreta al término del duelo ante el Unicaja, el poderío físico del equipo vitoriano será un factor a tener muy en cuenta. Tanto en las circulaciones rápidas como debajo de tablero, el roster que prepara Du?ko Ivanovic es voraz.

La potencia por dentro de hombres como el Toko Shengelia y Michael Eric hará que sus pares canaristas tengan que medir, hoy más que nunca, el contacto para no cargarse de faltas a las primeras de cambio. Así, la inclusión de Bogris en el quinteto que salte a La Fonteta a las 20:30, más que factible.

Ligado a lo anteriormente expuesto, será vital que la segunda unidad no desentone con el quinteto inicial. Salvo Bogris y White, que valoraron 18 y 7, respectivamente, el resto cotizaron en negativo; el heleno y el norteamericano sumaron 16 de los 18 puntos que aportó el banquillo. Cuando los laguneros se desempeñan con coralidad, no fallan.

En ataque, el extra pass y los flare (bloqueo ciego) -sin eficacia hace dos días- fundamentos capitales para desencriptar una defensa que ya fue pegajosa sobre los principales adalides canaristas en el último precedente. El exbaskonista Huertas lo sufrió en carnes propias.

En lo que respecta a los protagonistas, y atendiendo a la posible titularidad de Bogris, Vidorreta podría repescar a Zeisloft o Radoncic; jugadores que quedaron descartados en el primer envite. Por los baskonistas, los interiores Fall y Diop, tocados, apuntan a ser baja.