El técnico del Club Deportivo Tenerife, Rubén Baraja, que el pasado viernes había insistido en que al equipo le faltó pisar el área con peligro y mirar más a portería, consiguió que su equipo generara ocasiones; no obstante, no encontró fortuna en ninguno de los 20 remates efectuados ayer ante el Málaga. El punto le supo a poco y, con la tabla clasificatoria en mano, el pucelano prevé que la pelea por la salvación será "dura y difícil".

"Fuimos protagonistas, siempre llevamos el peso, tanto ante once como ante diez. Nos ha faltado solo el acierto. Intentamos tener paciencia, pero nuestro dominio no se ha traducido en gol. Hemos competido a buen nivel y es lo que buscamos. Se ha dado un paso adelante respecto al partido de Fuenlabrada", comenzó explicando el técnico vallisoletano.

Baraja fue más claro si cabe en su mensaje cuando indició que "tratamos de tener una identidad en el juego. Buscamos los espacios, pero en estos dos últimos partidos nos ha tocado jugar ante rivales que se te cierran. Nos ha faltado frescura. Pero hoy se han visto cosas que me dejan tranquilo de cara al futuro".

El preparador reconoció que no quedó satisfecho por el resultado. "Defensivamente hemos estado bien, hemos anulado su juego ofensivo y tienen jugadores importantes. Tenemos que seguir nuestro camino, competir y buscar el acierto para acercarnos a la tranquilidad que nos dé el objetivo. Esto es un sufrimiento hasta el final, no queríamos un punto pero hay que pensar en hacerlo bueno".

Tan solo hizo cuatro cambios. "Movimos en función de lo que el partido pedía", concluyó.