La potestad de autorizar la vuelta del público a los estadios de fútbol descansará desde hoy en el Consejo Superior de Deportes (CSD), aunque las competencias en Fase 3 de desescalada sean de las comunidades autónomas. El CSD no va a permitir que haya público en los estadios hasta que ello sea posible en todas las comunidades. Eso sí, según avanzó ayer la Cope, esta misma Liga acabará con público en las gradas.

En gran medida, la UD y su presidente han sido abanderados de esta situación. "La propuesta ha sido bien recibida por el Gobierno de Canarias y LaLiga. Reiniciarnos es complicado, la gente tiene miedo. La UD Las Palmas intentará tirar del carro en la reconstrucción. La pasada semana lo que hicimos fue aplicar el sentido común en base a la legalidad", comentó Ramírez.

En su larga exposición sobre el particular, el presidente amarillo añadió que si se quiere hablar de igualdad (respecto a las comunidades en fase 2), "pongamos todas las cartas sobre la mesa", para colocar en la balanza los desplazamientos tortuosos que tienen que hacer amarillos y blanquiazules; algo que hace que "se pierdan entorno al 80% de entrenamientos de calidad", dijo.

El grancanario pidió "objetividad" y lanzó una cuestión en base a una hipótesis: "¿Qué hubiera pasado si el Archipiélago hubiera sido el territorio más castigado por la pandemia, y no la Península? ¿Se hubiera parado la competición?", dejó en el aire.

Por su parte, Concepción se reafirmó en la postura que ha defendido en este asunto. "Por encima de todo está la salud de nuestros aficionados; nos ceñiremos al protocolo. Todos queremos alcanzar la normalidad cuanto antes. La Covid-19 está suelta, nos está vigilando. Ir a los estadios, sí, pero siendo prudentes". En cuanto al protocolo que vislumbra Miguel Concepción, no lo entiende sin mascarillas, las cuales deberán permanecer fijas en el rostro de los aficionados, y máxime tratándose de un contexto en el que "la celebración de un gol" o una "objeción ante una decisión arbitral" conllevaría a la posible exposición a la "famosa gotita", aseveró el presidente, que dijo compartir "todo" lo dicho por su homólogo y apela a la reapertura con precaución, ya que ello "ayudará a los clubes y a la Islas".

"No hay que confundir la precaución con el pánico. Yo no voy abrir el Estadio si no me da la autorización el ente competente, así como las medidas a seguir", aclaró el máximo mandatario amarillo que, a su vez, reseñó que "muchos aficionados" no querrán acudir a los campos de fútbol. "Nosotros queremos abrir el Estadio para el que quiera venir", dijo, pero no de cualquier manera. Si no tienen "las máximas garantías" y no disponen del tiempo para organizar y articular los protocolos de seguridad, "no abriría las puertas", añadió Ramírez, quien defendió el "protocolo planteado por los especialistas de la UD". Hoy habrá solución.