El que se hayan caído del calendario la mayoría de las principales carreras del calendario ha supuesto un duro mazazo para Cristofer Clemente, que no corre desde noviembre por culpa de unos edemas óseos. En su debe, el no poder hacer este pasado fin de semana la Tenerife Bluetrail, "una cita que tenía marcada con mucha ilusión ya que iba a ser mi primer gran test después de la lesión que me tiene sin competir desde hace meses". También se lamenta el gomero de la cancelación de la Ultra Trail del Mont Blanc, donde quería sacarse la espina tras una edición, la de 2019, en la que ya corrió renqueante. "No creo que esta temporada vuelva a haber una competición con mucha normalidad... Y si la hay será en los últimos tres meses del año. Ahí elegiríamos una o dos", apuntaba hace un par de semanas como previsión el deportista colombino.

Es por ello que Clemente se ha reconducido a un particular propósito, "darle la vuelta a La Gomera. Serían unos 130 kilómetros y 16.000 metros de desnivel. "Son palabras mayores y de muchas horas, pero a la vez es un reto muy disfrutón", apunta el atleta. Un asalto aún sin fecha, pero que debe adecuar para "llegar bien descansado" a la primera propuesta seria que ha recibido para 2020. "Me han invitado a una carrera en Niza el 3 de septiembre con 70 kilómetros y 10.000 metros de desnivel acumulado; ojalá se logre celebrar y me pueda por fin pinchar un dorsal", relata.