Uno de los puntos fuertes de Luis Cereijo investigación en la influencia de las desigualdades sociales en el acceso a la práctica de ejercicio físico y su influencia en las enfermedades crónicas no transmisibles, caso de la diabetes y la obesidad infantil. Así, y el margen de ejercer como profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares, en el Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, su interés está centrado en el desarrollo de políticas públicas deportivas que reduzcan las desigualdades en salud de las poblaciones urbanas. Un problema que también ha quedado de manifiesto, según explica, en este proceso de desescalada.

Así, Cereijo cree que esa imperiosa necesidad que ha mostrado una parte de la población por salir a la calle a hacer deporte nuevamente no es más que "una vía de escape para poder salir del confinamiento". Sin embargo, su preocupación es que esta moda "no genere, necesariamente, una adherencia al ejercicio a largo plazo", en especial "porque se avecina una crisis económica importante. Pera el epidemiólogo tinerfeño prefiere afrontar esta situación desde otro prisma. "Esta es una ocasión muy buena que tienen las administraciones públicas, sobre todo las locales, para sacar adelante programas de actividad física en barrios; generar medidas y planes para que esa gente que ha aprovechado este tiempo para hacer actividad física, la pueda continuar haciendo. Y, sobre todo, sin suponerle costes económicos", explica sobre un asunto que domina a la perfección. Es, según afirma, una manera ideal para evitar, en lo posible, "problemas serios de salud y un aumento de mortalidad".

Una argumentación que Cereijo realiza desde Madrid. Lejos de su tierra, a la que ve "con cierta envidia". No solo por la añoranza, sino también por "lo positiva que ha sido la evolución de la pandemia y lo rápido que ha ido todo". Ya en términos globales, para Luis "hay que valorar la respuesta de la población a la dureza de las medidas". "Nuestro confinamiento ha sido de los más duros entre los países afectados. Los incumplimientos puntuales son anecdóticos y la población ha ayudado, con su esfuerzo, para llegar a la situación actual", se congratula el epidemiólogo isleño, que aún así advierte de cara a un futuro nada lejano. "Debemos centrarnos mucho en entender el concepto de la nueva normalidad; no es volver al momento previo al confinamiento, sino a otra situación en la que habrá que tener una serie de rutinas de prevención, profilácticas y de distanciamiento. Tardaremos mucho tiempo en volver a estar como antes", concluye.