¿Cómo afecta la Covid-19 al automovilismo y al motociclismo en Canarias? ¿En qué afecta esta situación a la competición de ambas especialidades del mundo del motor en el Archipiélago? ¿Y a las licencias, qué pasa con ellas? ¿Habrá carreras? ¿Cómo serán los calendarios de los 'mini campeonatos? Las respuestas a todas estas preguntas pasan por "adaptar el siempre apasionante mundo del motor a las nuevas normas de convivencia para volver cuanto antes a la normalidad", tal y como por ejemplo manifiesta Miguel Ángel Domínguez, presidente de la Federación de Automovilismo de Las Palmas, opinión a la que poco a poco se van sumando dirigentes de otras federaciones canarias.

Tras las suspensiones y aplazamientos de pruebas todo indica, tras el inicio de la desescalada que, en el mejor de los casos, se intentarán salvar los muebles en 2020 con una 'mini temporada' y en la que se aplicarán las normas sanitarias que se tengan que cumplir para volver a la actividad con los rallyes y resto de competiciones.

A pesar de que todavía no existe una fecha clara para la vuelta a la normalidad y que en todo caso será con muchas restricciones y condiciones impuestas por las autoridades sanitarias, la mayoría de federaciones intentan prepararse lo mejor posible para no dar por terminada la temporada sin intentar salvar el deporte de las dos y la cuatro ruedas este año, aunque sea durante los tres o cuatro últimos meses de 2020.

Así, en el automovilismo se está trabajando en Canarias para un futuro más o menos inmediato y en el que, por ejemplo, dentro de la especialidad de rallyes se intentaría unir dos carreras en una por situación geográfica, para intentar que ninguno de los programados tras el confinamiento se quede fuera de la mini temporada 2020, aunar esfuerzos y compartir gastos.

En cuanto al cómo serían las nuevas carreras, inicialmente y pendientes de la evolución de los acontecimientos, todas pasarían por la eliminación de actos de concentración de mucho público, como ceremonias de salida y llegada, parques de trabajo con aficionados, etcétera. Es decir, estaríamos hablando de la posibilidad de competiciones sin público y de llevar a las casas de los aficionados las imágenes a través de la televisión y/o redes sociales, en directo y streaming.

Igualmente, la utilización de EPI's para deportistas, mecánicos y personal organizativo será tan normal como los guantes y casco en pilotos y copilotos.

En este apartado actualmente se están realizando desde las Federaciones Internacionales (FIA y FIM) como en la nacionales (RFEDA y RFEM) protocolos de seguridad anti-covid para pilotos y copilotos, asistencias, verificaciones, etc.

Todo hace indicar que el distanciamiento social entre personas que desempeñe una actividad dentro el organigrama de las distinta competiciones y en el mismo espacio físico será primordial a la vez que la utilización de elementos preventivos como termómetros infrarrojos, geles hidroalcohólicos, mascarillas FPP2, guantes, trajes EPI, gafas protectoras, mamparas, cintas de marcado de separación en colas, etcétera.

Igualmente, es muy probable que no se permitan las ceremonias de salida y fin de carreras, aunque en el caso de ser aceptadas todo indica que habrá un protocolo específico para las mismas al igual que para los puntos de cronometraje, los parques de asistencia y trabajo y donde además en el caso de que se permitiera la presencia de los aficionados, los mismos igualmente tendrían que acogerse a los protocolos antes citados.

En cuanto a la infraestructura de las carreras, las mismas también contarían con zonas cerradas, con acceso restringido y aforo limitado por lo que los organizadores deberán buscar emplazamientos acordes al número de personas que trabajarán en ellas y a la entrada de las mismas deberá existir un cartel que indicará el aforo máximo permitido. Todas estas zonas estarían provistas de las citadas soluciones hidroalcohólicas.

Con todo y volviendo a poner como ejemplo el automovilismo, en Canarias el objetivo final sería sacar adelante pruebas tan emblemáticas como los Rallyes Islas Canarias (en Gran Canaria del FIA-ERC) y Adeje (Tenerife del ERT) aplazadas en su día al mes de diciembre y tras pasar previamente por haber logrado que se pudieran mantener al menos una carrera de algunas de las modalidades (rallyes, subidas de montaña o karting) del Regional por isla y en lo que serían 'mini campeonatos' . La opinión generalizada en el deporte del motor es que no se puede dar la temporada 2020 por perdida e intentar realizar las competiciones que se puedan.