No debe tardar mucho la candidatura de Tenerife en remitir de vuelta a la ACB la documentación solicitada para seguir adelante con su propuesta. Garantizar pequeñas adecuaciones en el Santiago Martín parece el único escollo significativo a solventar. En el momento en el que disponga de todo el papeleo cumplimentado, será la Asociación de Clubes la que dé el siguiente paso, ya que deberá descartar a varios de los aspirantes y quedarse solo con tres o cuatro opciones. Ahí, una vez avalados los tres primeros y fundamentales requisitos, es donde podría entrar en juego una cuarta variable, la económica. Y es que como hace en otro tipo de eventos similares, caso de la Copa del Rey y la Supercopa Endesa, el estamento presidido por Antonio Martín vería con buenos ojos que, en condiciones idénticas, sea el mejor postor el que se lleve el gato al agua. En este sentido, y salvo cambio radical de última hora, Tenerife no está dispuesta a entrar en ninguna puja, ya que el Cabildo Insular considera que en estos momentos la principal y casi única preocupación monetaria debe ser el destinar sus fondos para la recuperación social de la Isla. Una postura que también se comparte en la candidatura de Gran Canaria.