La Comisión Delegada de la RFEF también dio por finalizada la Primera Iberdrola, con el Barça campeón, y el Granadilla en tierra de nadie. "Nos hubiera gustado terminar en los terrenos, pero es evidente que las circunstancias no lo hacen posible", reconocía ayer el presidente de la entidad sureña, Sergio Batista, para el que "volver a jugar era casi imposible ya que muchos equipos no podíamos cumplir con el protocolo sanitario, ni por instalaciones ni por medios". En lo económico, Batista admite que "esta decisión es la más lógica", pero supone "un quebranto muy importante" para su club. "Tenemos que soportar contratos pero ahora carecemos de ingresos, no solo de patrocinadores, sino también de otros estamentos como Mediapro", especificó, para admitir también que no le gusta que el año que viene haya dos grupos en la élite femenina.