¿Qué supone para la lucha canaria el haber tenido que cancelar la temporada?

Pues un frenazo al ritmo positivo que llevábamos estos años, ya que tras pasar por horas bajas la lucha parecía empezar a resurgir con competiciones atractivas y terreros llenos. Pero no solo por haber tenido que suspender esta temporada, sino por la incertidumbre de saber qué pasara, en muchos aspectos, el próximo año. Seguro que se producirán muchos cambios.

Aún así, parece que dejaban una pequeña rendija para volver a los terreros y retomar las competiciones que no finalizaron...

Es imposible. No hay tiempo material para poder hacerlo. Por ejemplo, en Primera solo se habían disputado cinco jornadas y estudiamos irnos directamente a una final con el campeón de cada grupo, pero todo se fue retrasando y ya resulta imposible. En nuestro reglamento está recogido que la temporada acaba el 31 de julio. Eso es desde el punto de vista temporal, a lo que hay que sumar el sanitario, moviendo a gente entre Islas y con las connotaciones particulares de nuestro deporte, con mucho contacto. Debemos ser mucho más precavidos que en otros deportes.

¿No se plantearon una reorganización de fechas y alargar esta temporada hasta final de 2020? Más aún cuando no dependen de ninguna federación ni calendario superiores...

Esa es una propuesta, la de empezar el 1 de enero y acabar el 31 de diciembre, que se ha llevado a la Asamblea estos últimos años. Entendemos que ahora se pierden de competición tres meses o más, y todo se concentra mucho más, y además estás ante la obligación de gastarte todas las subvenciones antes de diciembre. Sin embargo, esa modificación no la podíamos llevar a cabo ahora, sino en una Asamblea General.

En deportes como el fútbol o el baloncesto

Tengo claro que cuando abramos la puerta lo primero en lo que debemos pensar es en cómo afrontar los cambios que nos van a llegar en el plano sanitario. Sanidad marcará unas pautas generales, pero nosotros tendremos que asumir otras nuevas normas, como el beber agua de botellas diferentes, o saber cómo desinfectar la superficie de lucha. Queremos ofrecer seguridad, pero también imagen; que el padre de un niño vea que nos hemos preocupado de que contamos con toda la protección posible. Entendemos que un deporte como el nuestro será el último en arrancar, y seguramente a puerta cerrada. Y ahí sabemos que los clubes no pueden empezar sin recursos una temporada. Un terrero cerrado es la ruina de los equipos. Por eso podríamos empezar con la base para que además alguien en formación no se pegue casi un año sin hacer nada.

¿Cómo se imagina entonces que será la temporada 20/21?

Pues queremos que la tramitación de licencias empiece en julio para que el 1 de agosto estén todas activas. ¿Que podemos empezar a mediados de septiembre? Perfecto. ¿Que nos limitan? Pues nos podríamos ir hasta enero y articular los mecanismos para que no se solapen las competiciones regionales con las insulares.

Pero para toparse con este problema debe haber equipos, y muchos de ellos dependen de un pequeño comercio que igual no puede seguir ayudando...

¿La lucha canaria mueve dinero? Sí, pero debemos tener claro que es un deporte amateur. Por eso, si todos los equipos tienen abonadas sus licencias y el seguro de los luchadores, ¿cuál es el impedimento para que comiencen a luchar? Ninguno. A partir de ahí empezaremos a hablar de solidaridad, porque estamos ante una situación complicada. Si antes un patrocinador o una institución pública te daban 10 y el año que viene solo te podrá dar cinco, tú deberás saber organizarte con esos cinco y que los tuyos lo entiendan. Ahora mismo hay otras prioridades y en la lucha lo debemos tener claro.

¿Deberán olvidarse los puntales de esos grandes contratos? ¿Estarán casi condenados a luchar en su propia isla?

Antes muchos se iban a luchar a otra isla porque les compensaba económicamente, pero a partir de ahora ya no será así porque igual solo te pagan la mitad. Esa será la realidad, y esa realidad se observa por ejemplo en Fuerteventura, con muchos patrocinadores que pertenecen a un sector como el turismo, que ahora mismo está parado. El que no entienda esta nueva situación... Ahora veremos de verdad quién quiere este deporte.

¿Tendrán que reprogramar las categorías? ¿Habrá Primera, Segunda y Tercera?

Creo que saldrán las mismas categorías, aunque a la Tercera le queremos dar un cambio para que sea de promoción. Pero la gente de tener claro que a lo mejor el formato que tienen en la cabeza cambia por completo. Ya hay equipos que me han manifestado que van a bajar su presupuesto entre un 40 y un 60 por ciento.

Con buena parte de la temporada sin poderse disputar, ¿cómo se las van a apañar con la clasificación de los luchadores?

Ya hay una clasificación y unos baremos del curso pasado, a los que a lo mejor se le añaden los datos recopilados este año. Tenemos una reunión el miércoles para hablar de ello y la intención es que ya todo quede perfilado a finales de mayo, aunque es un tema que no considero complicado. Seguramente no haya muchos cambios.