La Superliga Femenina de voleibol ya organiza su futuro. Tras haber sido uno de los deportes que primero decidió cancelar sus competiciones a causa del coronavirus -no habrá campeón-, ayer sus integrantes, entre ellos el CV Haris, mantuvieron una reunión en la que comenzaron a sentar las bases de la campaña 20/21. Un curso en el que lo más probable es que participen 14 conjuntos, los 12 que ya integraban la competición este año (no habría descensos) y dos más que ascenderían de Superliga 2 y cuya identidad debe resolver próximamente la Comisión Delegada de la Española. No se descarta seguir con 12 equipos, y también se puso sobre la mesa la opción de que la élite femenina nacional elevara sus competidores hasta 20 clubes, pero dicha opción fue desechada.

Más en el aire quedan las fechas en las que se desarrollará el curso venidero. Así, para que la liga no se vea condicionada por una posible prolongación de la pandemia, y a la vez con el propósito de abaratar costes, se han planteado varios escenarios, entre ellos el de iniciar el curso en enero de 2021 y que solo haya cinco meses de competición, algo que quedaría supeditado a una división en dos grupos con sus correspondientes fases. Otra posibilidad es arrancar en noviembre. También se ha dado luz verde a la posibilidad de poner simultanear a más jugadoras extranjeras en la cancha. En próximas fechas los clubes volverán a ser citados para terminar de definir la hoja de ruta.