Javier Tebas cree que el fútbol profesional español va a dejar de ingresar 300 millones de euros esta temporada, en el mejor escenario posible: jugar lo que resta de la competición a puerta cerrada. Ahora bien, esa franja gris, o sea, acometer las jornadas restantes en condiciones mínimas, no se va a aclarar al final de esta campaña. Nadie contempla que los estadios abran sus gradas en lo que queda de 2020. El alcance de la crisis a medio plazo es incalculable.

El propio presidente de la patronal futbolística asegura que la situación tendrá efectos directos en el "mercado de fichajes" e incluso en los "límites salariales de los jugadores. Hay muchos clubes que parte de su presupuesto se basa en la venta de jugadores y ese mercado también va a caer", dijo Tebas sin ambages.

El primer plan de choque ante la crisis ha sido la presentación de expedientes de regulación de empleo temporal, en el marco de las medidas excepcionales que ha puesto en marcha el Gobierno, pero ya nadie descarta una prórroga, a través de la presentación de nuevos 'ertes', entonces por razones de producción. El primer gran problema de los clubes es de liquidez. Los equipos de LaLiga no han podido ingresar en el último mes y medio por los canales habituales, y no lo harán tampoco el próximo. Su única entrada económica ha sido el anticipo que LaLiga les dio a cuenta de la mensualidad de mayo, por el contrato con las televisiones. Cuando vuelvan a jugar, además de la merma que sufrirá esta partida en la liquidación de julio (que se elabora en base conceptos diversos, todos afectados en esta situación), no habrá taquillas y, dependiendo de los contratos privados, se verá afectada la publicidad en los estadios, estática o dinámica. Las pérdidas hasta el final del presente ejercicio están más o menos asumidas, salvo que finalmente no se autorice a jugar, lo que supondría un agujero de casi mil millones de euros en la industria futbolística nacional. Si eso sucediese, para empezar, los clubes deberían devolver a LaLiga, el anticipo con el que han ido tirando este mes. El problema, sin embargo, no termina este verano. Para afrontar la 2020/21 no habrá campaña de abonos, hasta al menos la mitad del curso. Las fechas que se manejan sitúan la normalización de esa partida en marzo.

Los ingresos directos. Se consideran bajo este epígrafe, lo que se recauda por abonos y taquillas, fundamentalmente. Tebas ya puso al corriente a los presidentes de los cálculos negativos en los dos escenarios: jugar o cancelar. Las cantidades, avanzadas por As, alcanzan una profundidad de 129,5 millones de euros en pérdidas, de los que 12,5 corresponden a los clubes de la Liga Smartbank. En concepto de taquillas, en la Liga Santander se ingresarán esta temporada 38,8 millones menos (estaban presupuestados 134,4 y se quedarán en 95). En Segunda se estima una pérdida de 2,6 millones, de los 9,6 calculados. Este es un concepto variable si se detalla por clubes, en función del incremento que supone jugar playoff.

Los abonos, el problema. El Tenerife estudiaba la opción de reingresar en la próxima campaña el porcentaje 'no consumido' de los abonos de esta temporada, por los cinco partidos que sus afiliados no verán en el Estadio. No lo podrá hacer, porque no va a haber campaña. LaLiga, que flexibilizará el control financiero en cuanto a la exigencia, ya ha pedido a los clubes que busquen fórmulas alternativas, porque maneja la seguridad de que no entrará público a los campos al menos hasta diciembre. Entre los ingresos directos, el dinero por abonados es la partida más alta y, como estaba enmarcada en un período de tiempo concreto, servía cada año para tener liquidez en el tramo en el que se acaban de pagar los contratos. Es la fuente de alimentos cada verano. En otros casos, como el del Real Madrid, como ingreso fijo que es, ha servido de aval. El club blanco lo ha presentado como tal en los créditos de las obras de remodelación del estadio.

Casi dos millones de euros. En las últimas cuentas que presentó el Tenerife en Junta Extraordinaria, las de la 2018/19, la partida por abonados alcanzaba 1,6 millones de euros, y en total, con taquillas y publicidad, la cifra ahora afectada ronda los 2 millones. Un dinero que ahora está comprometido a medio plazo. Por abonados, este año en Primera se pueden dejar de ingresar 78,1 millones. En Segunda, se estimaba recaudar 37,9, se perderán casi 10.